domingo 16 de febrero de 2025
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«Cuando me quise dar vuelta ya se había escapado» | El primer caño que tiró Maradona fue a un salteño

Fue el 20 de octubre de 1976. El 10 debutaba en primera división con quince años. Jugaba para Argentinos Juniors y enfrentaba a Talleres de Córdoba, que tenía en sus filas a Juan Domingo Cabrera, que sufrió el primer lujo profesional del ex capitán de la selección.

El 20 de octubre de 1976 quedó en la historia argentina. ¿El motivo? Ese día, Diego Armando Maradona debutó como futbolista profesional. Fue en el partido que Argentinos Juniors disputó contra Talleres de Córdoba ante menos de ocho mil personas. Esa tarde, el 10, que todavía tenía quince años, jugó y empezó su carrera inolvidable. ¿Lo primero que hizo? Tiró un caño. Y a un salteño.

«Empecé con el calentamiento y en el arranque del segundo tiempo entré», relató Diego en su autobiografía Yo soy el Diego, publicada en 2000. «Vaya Diego, juegue como usted sabe, y si puede tire un caño», le dijo el DT de Argentinos, Juan Carlos Montes.

Eso fue lo que hizo Diego. Tomó la pelota y encaró al salteño Juan Domingo Cabrera. «Recibí la pelota de espaldas a mi marcador, que era Juan Domingo Cabrera, le amagué y le tiré la pelota entre las piernas; pasó ‘limpita’ y enseguida escuché el ‘Ooooole’ de la gente, como una bienvenida», recordó Diego en su libro, según citó Salta 12.

En ese sitio recordaron los orígenes de Cabrera. Así lo hizo el ex jugador salteño Miguel Ángel Herrera, quien recordó que Cabrera «vivía en la calle Zabala al 500 y venía a jugar al fútbol en un equipo que se llama San Francisco, frente del barrio El Tribuno».

«Ahí jugábamos campeonato libre, éramos changos, y después se fue a probar a Gimnasia y quedó. De martes a viernes iba a los entrenamientos, ahí empezó Juan Domingo que era un buen jugador, por eso se lo llevan», siguió.

En el diario cordobés La Voz de Interior, el salteño recordó el famoso caño que sufrió por parte del joven 10: «Yo estaba sobre la derecha, lo fui a apretar, pero no me dio tiempo a nada. Me tiró el caño y cuando me quise dar vuelta ya se había escapado».

«Es un orgullo. Si me lo hacía Ruggeri hubiese sido distinto, pero me lo hizo Diego. Yo no fui tan malo como futbolista, pero sé que pasé a la historia por ese caño”, agregaba en una entrevista en la revista El Gráfico.

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