Un informe del CEPA revela que 16.322 firmas cerraron entre noviembre de 2023 y junio de 2025. La destrucción del tejido productivo se aceleró tras los primeros dos meses de gestión, con 236.139 puestos de trabajo perdidos.
El modelo económico del presidente Javier Milei enfrenta turbulencias financieras mientras la economía real registra una destrucción masiva del tejido productivo. Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde que asumió el gobierno cerraron 16.322 empresas, lo que representa una contracción del 3,2% sobre el total de firmas registradas.
Los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) muestran que entre noviembre de 2023 y junio de 2025 cerraron sus puertas 29 empresas cada día. La cifra se eleva a 33 cierres diarios si se considera el período desde enero, cuando finalizó la creación inicial de 1.667 nuevas firmas durante los primeros dos meses de gestión.
La destrucción empresarial se refleja directamente en el empleo registrado, que perdió 236.139 puestos de trabajo a razón de 416 por día. Los registros de la SRT indican que el país pasó de 9.857.173 empleos en noviembre de 2023 a 9.621.034 en junio de 2025, una reducción del 2,4%.
El sector público concentra una parte significativa de los despidos, con 89.794 empleados estatales cesanteados como resultado del plan de equilibrio fiscal. Esta cifra representa el impacto directo de las políticas de ajuste que incluyeron la eliminación de sectores enteros del Estado y la reducción de salarios reales.
Los sectores más afectados por los cierres empresariales incluyen Transporte y Almacenamiento, con 4.159 empleadores menos, seguido por servicios inmobiliarios (2.720 cierres) y comercio de vehículos automotores (2.584 firmas). En términos relativos, el sector de transporte registró la mayor caída con 10,5% de empleadores perdidos.
Hernán Letcher, director del CEPA, explicó a Tiempo Argentino que «desde que asumió Javier Milei hay una importante caída en la cantidad de puestos de trabajo pero resulta más llamativa la desaparición de empresas» que «religiosamente se reducen mes a mes». El economista atribuyó el impacto reciente a «la suba de la tasa de interés y el impacto que eso generó en la cadena de pagos».
El informe revela una paradoja en la distribución de los efectos: mientras el 99,63% de los cierres corresponde a empresas de menos de 500 empleados, el 71,7% de los despidos (169.278 puestos) se concentró en firmas de gran porte. Las empresas con más de 500 trabajadores redujeron su personal un 3,54%, comparado con el 1,32% de las firmas menores.