La vicepresidenta inaugurará la remodelación del Cabildo Histórico. Las obras fueron criticadas por los organismos porque durante la última dictadura esa manzana funcionó como centro clandestino de detención e integró los circuitos de exterminio.
Tras repudiar la presencia de Villarruel mediante una conferencia de prensa, los organismos de derechos humanos jujeños difundieron un comunicado en donde ubicaron a la vicepresidenta como parte de un “gobierno y una fuerza partidaria que reivindica el genocidio, niega y cuestiona a nuestros treinta mil compañeros, compañeras y compañeres detenidxs desaparecidxs», para luego añadir que Villarruel «se abraza con genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, mientras desmantelan políticas públicas vinculadas a la Memoria, la Verdad y la Justicia, como la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad».
Está previsto que esta tarde marcharán junto con organizaciones sociales, gremiales y sindicatos y estudiantes de la Universidad Nacional de Jujuy desde la Vieja Estación de Trenes. Allí se concentrarán desde las 17 y caminarán hasta la plaza Belgrano, el lugar donde se encuentra el Cabildo.
El proyecto de remodelación fue gestado por Gerardo Morales, exgobernador de Jujuy. “Desde 2016, año en que arrancó la gestión de la transformación del Cabildo, los organismos mantuvieron su postura en favor del resguardo y señalización de los espacios clandestinos para la memoria futura. Lo hicieron saber en tres reuniones a la que asistieron convocados por la Secretaría de Derechos Humanos provincial. Sin embargo, la gestión de Morales se negó a incluir las ideas que acercaron los arquitectos que asesoraron a los organismos” destaca en su edición de hoy la sección local del diario Página 12.
«Todo el Cabildo funcionó como un centro clandestino de detención», destacaron referentes jujeños de los organismos que estuvieron detenidos “en ese Comando Radioeléctrico» que dependía de Inteligencia del Ejército. El Área 323 funcionaba «en una oficina detrás del Cabildo a la que se accedía por la calle Alvear», precisaron. Ese lugar fue demolido en octubre de 2021 durante el segundo mandato de Morales, pese a estar protegido por leyes nacionales, como la 26.291.
«Una vez que ingresábamos por el Comando, nos llevaban a distintas oficinas del Cabildo, porque ahí funcionaba la Central de Policía. A mí me trasladaban regularmente desde el fondo hasta adelante para sentarme junto a otros detenidos. Todo el Cabildo fue un centro represivo», declararon algunos ex detenidos.
