Dando por hecho que el Frente de Todos se impondrá el domingo y que la construcción de una tercera vía naufragó, el gobernador habló del escenario futuro que se abre. Negó la posibilidad de un cargo en el Frente de Todos, pero…
El candidato a vicepresidente de Consenso Federal recibió hoy a la prensa en Finca las Costas y realizó un análisis descarnador de la situación, pero confió en sumar votos. Ocurrió antes del cierre de campaña que protagonizará en nuestra ciudad con Roberto Lavagna. Una de los periodista que lo entrevistaron en el desayuno de trabajo fue Aurelio Tomas del diario Perfil que ya publico el material.
Allí puede leerse el deseo de que se concrete sin problemas la trasmisión de mando el próximo 10 de diciembre, para luego referirse al escenario que se abrirá tras las elecciones del próximo domingo. En ese sentido reconoció que la construcción de la tercera vía naufragó: “La grieta se mantuvo con mucha firmeza, la polarización nos ganó a aquellos que pensamos que era posible hacer algo diferente. Nuestra propuesta fue contracultural, porque hoy lo atractivo es la pelea, pero nosotros planteamos algo que la Argentina necesita (…) Sabemos que a nosotros no nos fue bien, la construcción del espacio náufrago por la tentación de varios para ser parte de espacios de poder más grandes. No es fácil decir que no cuando el Presidente te ofrece un cargo o un espacio de poder fuerte como el kirchnerismo te seduce”.
—¿Si gana el Frente de Todos y Cristina le pide que los acompañe en un viaje qué le diría?
—No creo que me llame Cristina… en todo caso tendría que ser el Presidente, pero no tengo problema en colaborar desde mi identidad en la medida que estemos en un sistema democrático.
—Usted coincidió unos meses con la jefatura de Gabinete de Alberto, ¿cómo fue la relación?
—Siempre tuve una buena relación con Alberto y mantuve siempre el diálogo, pero hace mucho que no hablamos. Pero creo que la Argentina se debe construir más allá de las afinidades personales. Hay que acordar algunas políticas de Estado, con disensos claramente, porque no es bueno el pensamiento único.
—Si gana Alberto y le ofrecen un cargo, ¿aceptaría?
—No tengo ganas en lo personal y creo además que no le serviría a la Argentina. Se necesita algo más que un amontonamiento, porque es necesario generar acuerdos para que desde distintos lugares se definan políticas de Estado. Argentina tiene un problema de confianza y la única manera de superarlo es con consenso.
—¿Qué expectativa tiene para el domingo?
—Esperamos tener un mayor apoyo que el que tuvimos en las elecciones primarias porque, como dije, llegamos a las PASO a dos meses de construir el frente. Somos conscientes que la presión de la polarización es muy fuerte y la tendencia a la invisibilización de cualquier alternativa a la grieta también era fuerte. Hoy tenemos la expectativa de mejorar y eso no es poco.
—Si gana Macri y mantiene la política económica ¿cree que podría terminar como el presidente de Chile, Sebastián Piñera?
—Es técnicamente imposible que continúe esta política económica, no tiene capacidad de sostenerse una Argentina dónde no te podés financiar o te financias con tasas al 100 por ciento.
—Ellos apuestan a un balotaje…
—Mauricio Macri le está devolviendo gentilezas a Cristina. Hace cuatro años Cristina hizo todo lo posible para que él ganara. Ahora Macri le está devolviendo la gentileza. No tengo dudas que Macri y Cristina son socios que se alternan.