No estarán los 927 congresales que tiene el PJ, pero se esperan muchos más que los 600 del año pasado. El congreso busca ser el punto de partida de un frente electoral opositor en el que converja el PJ y Unidad Ciudadana.
La cita es en el microestadio de Ferro a las 11 de la mañana y la excusa cumplir con la formalidad de realizar el Congreso del Partido Justicialista (PJ) para habilitar alianzas y el armado de frentes electorales. El Congreso estará marcado por una fuerte presencia del kirchnerismo, el arco sindical e intendentes bonaerenses. Habrá pocos gobernadores, aunque la mayoría de los que no estarán envían sus congresales y ya cerraron acuerdos provinciales con Cristina Kirchner.
Son los casos de Sergio Uñac (San Juan), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Carlos Verna (La Pampa). A las ausencias de esos gobernadores se suman las de Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Lucía Corpacci (Catamarca), Mariano Arcioni (Chubut), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Sergio Casas (La Rioja). Los únicos presentes serán Gildo Insfrán (Formosa), que es el presidente del Congreso, y Alberto Rodríguez Saá (San Luis), uno de los mandatarios más cercanos a Unidad Ciudadana.
Distintos son los casos de Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba) quienes adelantaron su ausencia hace días y con el claro propósito de rechazar cualquier tipo de acuerdo con la ex presidente de la nación. En ese marco dieron instrucciones para que los congresales de una y otra provincia no asistan al encuentro que estará atravesado por tres mensajes según los medios especializados: resaltar el camino que el peronismo está transitando hacia la unidad opositora en diferentes provincias y que puede ser transferible a nivel nacional; dejarle en claro a la Justicia que el partido está ordenado y que todos sus órganos funcionan normalmente; y criticar duramente a las políticas económicas que lleva a cabo la gestión Macri.
