Fue el 25 de mayo de 1931, menos de un año después que el militar salteño – José Félix Uriburu – presidía el país tras haber derrocado al presidente constitucional de Hipólito Yrigoyen. El suceso fue registrado en un libro de Marcelo Larraquy.
Se trata de la publicación “Argentina. Un siglo de violencia política”, del autor mencionado. El mismo registra el caso del militar que había nacido en Salta el 20 de junio de 1867 y partió a Buenos Aires en 1881 para concretar sus estudios secundarios. Luego ingresó al Colegio Militar dando inicio a una carrera que coronó con lo que fue el primer Golpe de Estado del siglo XX, derrocando al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen.
Siempre se supo que el salteño buscó emular en lo personal y en lo que a conformación de la sociedad se refiere al “Duce” italiano Benito Mussolini. Como él pretendió movilizar a las masas, aunque sólo logró montarse en el descontento con el gobierno radical y aglutinar una runfla de jóvenes “bien” organizados en la Legión Cívica. Grupo que pretendieron ser los «camisas negras» italianos y gozaban de impunidad para que de su elitismo ofendido brotara la furia contra hijos de inmigrantes a quienes identificaban como elementos corrosivos al ser nacional.
En el libro de Marcelo Larraquy ya citado, se destacan algunos sucesos que dan cuenta del vínculo entre la Legión Cívica, Félix Uriburu y los grupos nazis organizados en Argentina. “El nazismo fue incorporándose a la vida política argentina en la década de 1930. El Grupo Argentino del Partido de los Trabajadores Nacional Socialista Alemán fue fundado en 1931. En su planta de adherentes había marinos mercantes, artesanos y empleados de ingresos modestos, que iniciaron sus reuniones en los barcos del puerto de Buenos Aires. Fueron bien recibidos por el poder estatal. El 25 de Mayo de 1931, la Legión Cívica les hizo un lugar en el desfile de la Revolución de Mayo y el pequeño grupo nazi marchó frente a (el presidente de facto, José Felix) Uriburu con las camisas pardas y la cruz gamada”, destaca el investigador.
No es la única investigación que da cuenta de la relación entre el dictador salteño y los grupos nazis. El vínculo entre el nazismo y nuestro país también fue confirmado por una investigación difundida a fines de febrero del año 2020 por el Centro Simon Wiesenthal. Allí se dieron a conocer una serie de abultados montos y transferencias realizados por casi 12.000 nazis asentados en Argentina que habían aportado a una o más cuentas bancarias en el Schweitzerische Kreditanstalt, que luego se convirtiera en el Banco Credit Suisse, con sede en Zurich, Suiza.
El investigador argentino Pedro Filipuzzi compartió con el Dr. Shimon Samuels y el Dr. Ariel Gelblung (ambos del Centro Simon Wiesnthal) ese listado que descubrió por azar en un viejo depósito de la que fuera la Sede Nazi en Buenos Aires. “Durante la década de 1930, el régimen militar pro-nazi del Presidente José Félix Uriburu, apodado Von Pepe por germanófilo, y de su sucesor Agustín Pedro Justo, acogió con beneplácito una creciente presencia nazi en Argentina. En 1938, este último fue reemplazado por el Presidente antinazi Roberto Ortiz, quien con el objeto de desnazificar la Argentina, estableció la Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina», destacaron desde la organización.