Tras confirmarse que Salta es el conglomerado urbano del NOA más afectado por la desocupación (13,9%) y la subocupación (14.2%), el coordinador de Barrios de Pie resaltó la necesidad de financiar la economía social.
El INDEC difundió ayer los índices de desocupación en el país y en las provincias. La nuestra posee porcentajes preocupantes: 13,9% de desocupación que supone un universo de 34 mil personas; más subocupados que suman unas 35 mil personas que trabajan menos de 35 horas semanales y buscan más empleos: un 14,2%. Sobre ello habló hoy Ignacio Palarik en el programa Cuarto Oscuro que se emite por FM La Cuerda (104.5).
“Claro que esas cifras se notan en las calles y en los barrios de nuestra ciudad. En realidad, estamos hablando de casi 123 mil salteños y salteñas que tiene problemas de empleo y la están pasando mal. Eso se explica por el parate económico generado por la pandemia y acá en Salta sus impactos en el turismo que contenía a miles de personas. Vamos a esperar que es lo que ocurre la próxima semana cuando el INDEC dé a conocer los índices de pobreza, pero todas las estimaciones indican que la misma rondara entre el 45 y el 50%. Son cifras que se estiman para la nación, pero obvio que repercutirá aquí”, adelantó.
Puesto a opinar sobre las formas en que todo esto se expresa cotidianamente en los barrios, Palarik dijo: “la falta de ingresos para poder llevar el alimento a la mesa. Allí hay que mirar otro índice. Si la tasa de desocupación se mide también con la gente que ha buscado empleo; hay que preguntarse qué es lo que pasa con aquellos que se cansaron de buscarlo o que la frustración lo llevó a dejar de buscarlo. Ayer lo escuchaba al director del Banco Nación, Claudio Lozano, que hacia la siguiente estimación: si estos argentinos que parecen derrumbados moralmente buscaran activamente trabajo la tasa de desempleo en vez de ser del 13,1% a nivel nacional hubiera llegado al 29%. Son números alarmantes porque no se termina de incorporar a la categoría a los trabajadores informales”, resalto.
Consultado el aporte que la economía social puede tener para morigerar la situación que se vive, el coordinador de Barrios de Pie de Salta manifestó: “Es central porque produce una gran cantidad de fuentes de ingresos a través de emprendimientos. La discusión es cómo se financia. Tenemos que seguir la discusión del proyecto para el aporte solidario y extraordinario de los súper ricos, que se denomina Impuesto a las grandes fortunas. Son menos de 1000 súper ricos que tienen declarado 200 o más millones de pesos de patrimonio. Para sostener a las familias que se quedan sin ingresos por la pandemia, el Estado requiere de amplitud financiera. En estos días escuche al empresario Eduardo Constantini; tiene declarado un patrimonio de 700 millones de pesos y declaró que el Impuesto a las grandes fortunas le mete miedo; es casi una burla. Funes de Rioja decía una riqueza de 200 millones de pesos en este país no es una gran fortuna. Bueno: la codicia y la falta de solidaridad no tiene límites. Digo, que por única vez menos de 1000 súper ricos hagan este aporte que representan 307 mil millones de dólares puede salir el financiamiento para la economía social. De hecho está planteado en el proyecto que un porcentaje de ese aporte se destine a ello”, precisó.