Quienes llevan la voz cantante es el empresario tucumano Jorge Rocchia Ferro junto a un grupo importante del sector en el NOA. Desde Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y San Luis se oponen.
El industrial tucumano se mostró entusiasmado con la propuesta que presentaron en agosto diputados nacionales de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Salta, Jujuy y Tucumán, en representación de la denominada «Liga Bioenergética». El proyecto establece que «por un plazo de 18 años los biocombustibles que se mezclen obligatoriamente con combustibles fósiles deberán ser producidos en instalaciones situadas en la República Argentina, utilizando materias primas nacionales». Sobre el porcentaje para la mezcla, se fija para el biodiesel un 10% a la fecha de entrada en vigencia de la ley; 11% al 1 de enero de 2025; 12% para 2026 y 15% para 2028. Para el bioetanol, se prevé un 12%, que en un plazo no mayor a dos años tendrá que ser elevado al 15%.
Según Rocchia Ferro, la aprobación de esta norma hará posible un mayor crecimiento del negocio de la caña de azúcar y, en particular, una vez que se apruebe la caña transgénica, cuya autorización se encuentra en la etapa final. Destacó que entre sus principales características se cuentan la resistencia a las sequías y al glifosato.
Consultado Rocchia Ferro sobre si hicieron gestiones ante el Gobierno, el industrial tucumano declaró al diario Ámbito Financiero que ya hablaron con «con Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía de la Nación, y otros funcionarios del área porque el Gobierno tampoco aplica la ley vigente, está pisando los precios y desconocemos las razones». Para el industrial, el litro de bioetanol debería rondar los $900 pero se encuentra en $657. Indicó que el sector solicitó una audiencia con el presidente Milei para los próximos días para ponerlo al tanto del escenario del sector pero todavía no han tenido respuesta.
Quienes se declararon en contra del proyecto son los asociados en la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB). «Tenemos una oposición absoluta» declaró al mismo medio el titular de la misma. «Favorece a las grandes compañías que exportan, perjudicando a las pymes que invirtieron específicamente en el mercado nacional». Otro productor que tiene su planta de biodiesel en Buenos Aires, declaro al mismo medio que de aprobarse el proyecto de ley pondría a las pymes a competir en desiguales condiciones con los más grandes del sector. «Sería como una carrera entre un Fiat 600 y una Ferrari», comparó.
