El consultor político Benjamín Gebhard analizó cómo fue el proceso de entrada y salida de los intendentes de las ciudades más grandes de Salta. Los números de la intendenta salteña sintetizan el fracaso de varios según el estudio de Consultora WE.
Gebhard analizó la entrada y salida de los intendentes salteños y cómo fue la evolución de su imagen y rendimiento electoral y aseguró que “tenían una valoración positiva y un diferencial [de imagen] positivo que no pudieron mantener por diversos motivos”.
“El mejor ejemplo es el de Bettina Romero que venía de ser muy votada como diputada y muy votada como intendenta y no pudo mantenerse porque, como hipótesis, incumplió el contrato electoral” planteó y explicó que “ella era vista como la sucesora y continuadora de la gestión de Gustavo Sáenz que se iba con gran aceptación entre los salteños, pero cuando asumió como intendenta tuvo una impronta y un discurso muy diferentes”.
Además, el titular de la Consultora We advirtió que “encima Bettina, como también otros intendentes, no tuvo una gestión exitosa y por eso no pudo reelegir” y puntualizó que “su imagen acompañó sus votos y quedó con un núcleo duro de acompañamiento, más del ‘romerismo’ que del propio ‘bettinismo’, de un 20% del electorado”. “En política no debe darse por muerto a nadie así que el ‘romerismo’ todavía puede tener pretensiones electorales dentro de 2 años, pero pretensiones menores como una banca en el Concejo Deliberante o en la Legislatura” aclaró el analista.
Finalmente, entrevistado en el programa “Cuarto Oscuro” de FM La Cuerda 104.5, Gebhard subrayó que “la derrota de muchos intendentes no fue una anomalía de este proceso electoral sino la confirmación de la maduración y la comprensión que alcanzó la sociedad” y concluyó que “una sociedad con maduración y comprensión y con hartazgo está empoderada y, entonces, desde el intendente hasta el presidente deben entender que si no cumplen con las expectativas esa sociedad los va a sacar”.
