Adelma Méndez permaneció en un pasillo del San Vicente de Paul con fractura de cadera. El único traumatólogo de guardia atendió a distancia debido al colapso del centro médico.
El Hospital San Vicente de Paul enfrenta una severa crisis de infraestructura y personal médico, según confirmó su gerente Omar Narváez. La situación quedó evidenciada cuando una paciente de 85 años, Adelma Méndez, debió esperar medio día para recibir atención por una fractura de cadera, mientras permanecía internada en un pasillo debido a la falta de camas disponibles.
El incidente ocurrió durante un día feriado cuando el Dr. Eduardo Bled, único traumatólogo de guardia, cumplía un turno pasivo desde su domicilio. Según explicó Narváez, el especialista atendió la situación a distancia, recibiendo la consulta, revisando la radiografía y prescribiendo medicación sin presentarse físicamente en el centro médico.
La saturación del hospital ha alcanzado niveles críticos, obligando a colocar hasta cuatro camas en los pasillos y rechazar derivaciones de localidades como Tartagal y Embarcación. Recién esta mañana el Dr. Bled pudo examinar personalmente a la paciente, quien finalmente fue enviada a su domicilio por el riesgo de contraer infecciones intrahospitalarias.
El gerente justificó la implementación de guardias pasivas por la escasez de profesionales especializados, particularmente en el interior de la provincia, y ofreció disculpas públicas a la familia de Méndez. Asimismo, anunció que iniciarán gestiones ante el PAMI para obtener la prótesis que requiere la paciente.
