El establecimiento en cuestión es “Tambor de Tacuarí” ubicada en Morillo y que posee una matrícula de 360 estudiantes. Los referentes indígenas aseguran que desde hace tres años esperan respuestas ante la demanda de mejoras edilicias.
La lista de reclamos es fácil de resumir: la construcción de dos baños, dado que los que existentes no funcionan; dos aulas; y una cocina. La escuela funciona desde 1994 y se ubica en un barrio de población criolla (Villa Las Rosas) pero al que concurren niños, niñas y adolescentes indígenas.
En ese marco, el referente de Misión Chañar 2, Roberto Arias, se quejó de las precarias construcciones improvisadas con chapas o la falta de gas que obliga a seguir usando leña para cocinar. «Cuando azota el viento no podemos hacer fuego», declaro Arias a la sección local del diario Página 12. En un escrito que los referentes enviaron a las autoridades de Educación se advirtió que de no tener respuestas se tomaría la escuela a partir de este lunes, lo cual finalmente se concretó.
Al ser consultado sobre las razones por las que su matrícula está constituida solo por niñas y niños del Pueblo Wichí, Arias afirmó: “La otra escuela (a dónde van los criollos) la mejoraron, hicieron aulas, todo”. Y deslizó que quizás no hay respuestas para la Tambor de Tacuarí porque “somos indígenas”.
