Uno de los parajes afectados es San Felipe, ubicado a 25 kilómetros de Rivadavia Banda Sur. Reclaman medidas de asistencia y contención.
Desde el pasado 1 de abril, la situación es complicada para las comunidades por la crecida del río Bermejo. El pedido de los habitantes se adivina: que lleguen funcionarios hasta el lugar para disponer trabajos que terminen con los aislamientos que provocan las crecidas y que lleven módulos alimentarios comprometidos.
“Los módulos son un bolsoncito con 1 kilo de harina, 1 kilo de azúcar, 1 kilo de yerba, 1kilo de leche y un puré de tomate. No es algo que puede durar una semana”, declaró a la sección local del diario Página 12 Dalmiro Acosta, vecino del paraje San Felipe. Acosta no negó asistencia del Estado provincial, pero sí dijo que la misma no es suficiente para soportar estos días en que la inundación que les impide salir a buscar provisiones.
“Sucede que el camino que conecta a San Felipe con el pueblo más cercano, en donde pueden abastecerse de alimentos, está inundado en dos kilómetros aproximadamente. Acosta contó que esta situación complicó también la continuidad de las clases y pone en riesgo a las personas que precisen atención sanitaria de urgencia” destacó el medio citado. Las crecidas también afectaron a parajes de Rivadavia Banda Norte.
Se informó que al equipo que realizó los vuelos para acercar mercadería se sumó el actual director de Asistencia Crítica y Emergencia del Ministerio de Capital Humano de la Nación, Esteban Bosch, con el objeto de relevar el funcionamiento de los protocolos para emergencias, la situación de las familias anegadas y la entrega de contención alimentaria.
