Fue secuestrada un 13 de marzo de 1976. Ese mismo día sus familiares encontraron el cuerpo acribillado. En una plaza de su pueblo – Mosconi – se colocó una “baldosa de la memoria” que recuerda a la militante revolucionaria de aquellos tiempos.
Fueron muchos los que participaron del emotivo acto: la secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Mariana Reyes; la intendenta local, Ana Guerrero Palma; el jefe comunal de Tartagal, Franco Hernández Berni; las integrantes de la Comisión Provincial de la Memoria, Blanca “Nenina” Lescano y Elena Rivero; familiares, vecinos y estudiantes de la escuela técnica local.
Todas las fotos de “Menena” la muestran igual: sonriente, con expresión decidida, mirada inquieta e inteligente y de alguien a gusto con la vida. En aquella madrugada del 13 de marzo de 1976, el horror la alcanzo. En la habitación de Tartagal en la que dormía con su bebe de 9 meses y una niñera de la misma, irrumpió una patota de encapuchados que portaba armas largas y a la fuerza la introdujeron en un Falcón rojo. Cuando la habitación quedo en silencio, la niñera cargó a bebé y camino hasta Mosconi para dar aviso a los padres de la víctima que esa noche cuidaban al hijo mayor de Menena.
El cuerpo acribillado de Menena” fue encontrado por su familia la tarde de ese día en el paraje Balbuena. Su hermana Fanny contó que Menena fue sepultada envuelta en una bandera argentina. Menena era militante de la organización peronista Montoneros. En mayo de 2017, al ex jefe del Regimiento de Infantería de Monte 28, Héctor Ríos Ereñú, fue condenado por este y otros crímenes durante la dictadura a prisión perpetua.
Ayer Menena tuvo el reconocimiento que merecía. Quien la recordó con lágrimas en los ojos fue Fanny quien, por medio de un comunicado, reivindicó la acción social y política que llevaba a cabo su hermana, las tareas de “asistencia social a los más necesitados y su convicción de que la política debía estar al servicio de los demás y no para beneficio propio”.
