La empresa afila los dientes y busca motivos para ahorrar.
SAETA va por tu tarjeta. Intensificó los controles y busca cualquier detalle para ahorrar. Entre la ridícula multa por no recargar las tarjetas que fueron usadas con saldo negativo hasta la más grave reducción de recorridos y también la maniobra más reciente: secuestrar las tarjetas con beneficios que no son usadas por sus titulares.
SAETA secuestró 223 tarjetas en el último mes, según informó FM Profesional. Los inspectores comprobaron que los usuarios utilizaban credenciales de terceros, con beneficios de estudiantes, jubilados o discapacitados que no les correspondían ya que son intransferibles.
Una vez secuestrada, la tarjeta permanece retenida en SAETA por cinco días. En ese lapso, el usuario puede realizar su descargo. En cada caso, hay multas económicas y hasta una posible baja definitiva del sistema de beneficios.
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