La concejal Malvina Gareca repasó lo realizado en la última década. Agregó que el aparente retroceso en las políticas de género forman parte de un proceso lento en el que se debe continuar con los reclamos. Apuntó contra el gobierno de Javier Milei por incitar al maltrato.
Este 3 de junio se cumplen diez años de la primera movilización en contra de la violencia de género conocida como Ni Una Menos. En el programa Cuarto Oscuro, de FM La Plaza, la concejal salteña Malvina Gareca realizó un balance de esta década de lucha.
«En 2010, 2011, las que nos movilizábamos por casos de género éramos muy poquitas. Y el Ni una menos fue la irrupción de la sociedad toda, porque fue muy impresionante. Todas las provincias saliendo a decir basta de femicidios, basta de violencia de género», dijo Gareca.
Para la edil, lo ocurrido en 2015 «fue una sorpresa», y señaló que «no era menor la composición juvenil muy fuerte» que se percibía en las calles en esos años. «Ver a los chicos y chicas salir del colegio, ver familias. Era una sociedad aceptando una realidad que ya venía sucediendo», declaró.
Gareca también destacó el rol de los medios para difundir la campaña. «Las periodistas tuvieron una participación muy importante en lo que fue este concepto de Ni una menos», dijo.
Llegando a nuestros días, la concejal señaló que el actual gobierno libertario es misógino y de pensamiento machista. Y que los retrocesos que implementó a base de recortes de ministerios y programas son parte de un proceso lento de lucha contra la cultura machista.
«Lamentablemente, con esta política pública del gobierno nacional se rompe con todo. Había críticas a cómo se venían llevando estas políticas. En vez de mejorarlas, se rompe directamente. Se empieza a desmantelar el Ministerio de Mujeres, el desfinanciamiento de la línea 144, de programas de víctimas de violencia. Estamos ante un gobierno nacional que abre las puertas a algo que también se había logrado revertir, que tiene que ver con este discurso misógino, de odio, donde se avala que se pueda decir lo que quieran en contra de las leyes nacionales e internacionales. Esto después se ve manifestado en los espacios de convivencia, como la calle», siguió.