Finalizó la vigencia de la normativa que vedaba los despachos de los «cortes parrilleros» o «populares». La medida encarecerá aún más un producto que ya posee precios casi prohibitivos.
Finalizó la vigencia de la normativa adoptada por el gobierno de Alberto Fernández que prohibía la exportación de «reses enteras; medias reses; cuarto delantero con hueso; cuarto trasero con hueso; medias reses incompletas con hueso; y cuartos delanteros incompletos con hueso». Además, la medida vedaba los despachos de los denominados «cortes parrilleros» o «populares», como el asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vacío.
«En virtud de la caducidad de la norma, el Senasa actualizó los procedimientos a la nueva situación y adecuó a las nuevas condiciones los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos, particularmente el de certificación de exportaciones, que entrarán en vigencia a partir del primer día del próximo año», concluyó el escrito.
El gobierno de Alberto Fernández buscaba con esa norma contener o hacer retroceder los precios de la carne y cuidar la “mesa de los argentinos”. Se trata de una herramienta habitual en estos casos, pero ahora el nuevo gobierno prefirió prescindir de la misma y permitir la libre exportación del producto.
