La candidata del macrismo a diputada nacional sigue adelante con su campaña electoral.
En campaña, Inés Liendo muestra una versión edulcorada de sí misma. Se presenta como una alternativa al gobierno nacional con una actitud que se contradice con sus propios manejos y declaraciones. Mientras que en el día a día es una anticuarentena, negacionista de la dictadura que llegó a participar de un acto en Plaza de Mayo donde se tiraron bolsas mortuorias con la cara de referentes de derechos humanos, hoy, antes de las elecciones dice que pretende ser «una oposición sana».
Eso es lo que aseguró ayer en Cadena Máxima, donde dijo que «es sano tener en el Congreso una oposición sana que ayude a crecer y tenga ideas nuevas para mejorar».
Sin embargo, un breve repaso de discursos previos ponen en duda esa postura «sana» de una candidata que no respeta las políticas de derechos humanos, defiende a sus familiares que formaron parte de la última dictadura y asegura defender Salta a pesar de que vota en Buenos Aires.
En la misma entrevista, Liendo se mostró cerca de Miguel Nanni y se mostró confiada de acceder al Congreso tras las elecciones de noviembre.
