El cabo primero Guerrero fue señalado como autor del disparo que dejó al reportero en estado grave. Organismos de derechos humanos y colectivos de prensa denuncian la inacción del Ministerio de Seguridad.
La masiva protesta de jubilados del pasado miércoles, que contó con el apoyo de hinchas de diversos clubes de fútbol, se vio ensombrecida por una desmedida represión policial que dejó decenas de heridos y detenidos. Entre los afectados, el fotógrafo Pablo Grillo, de 35 años, recibió un disparo en la cabeza que lo dejó en estado crítico. Las pruebas indican que el cartucho fue disparado de forma horizontal y directa, lo que ha generado indignación en la sociedad y entre los trabajadores de prensa.
Tras una intensa investigación liderada por organizaciones como el Mapa de la Policía, el CELS, ARGRA, Revista Crisis y En Foco, se logró identificar al responsable del disparo: el cabo primero Guerrero, con legajo 103208, perteneciente a la unidad móvil #6 de la Sección de Empleo Inmediato (S.E.I.). El trabajo colaborativo de fotógrafos y peritos como Willy Pregliasco y Martín Onetto fue clave para reconstruir los hechos y señalar al autor.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha sido criticada por no tomar medidas contra el gendarme implicado. En lugar de apartarlo de su cargo, Bullrich defendió su accionar y anunció que no se abrirá ningún sumario en su contra. Esta postura ha sido calificada como cómplice por organizaciones de derechos humanos, que exigen justicia y transparencia en el caso.
Las organizaciones involucradas también señalaron la responsabilidad de los mandos superiores, incluyendo al Comandante Mayor Héctor Ferreira y al Comandante General Marcelo Fabián Porra Melconian, así como al Director Nacional de la Gendarmería, Aníbal Ariel Bronzetti, quienes supervisaron el operativo. «Una vez más queda demostrada la potencia de lo colectivo en la construcción de la verdad histórica», destacaron, subrayando la importancia de la movilización ciudadana para desmantelar las mentiras del poder.
