Tras resaltar que la semana política nacional transitó en aguas clamadas, el periodista analizó la estrategia económica de la Casa Rosada para controlar el dólar. Habló de las implicancias sociales y las políticas en el interior del oficialismo.
“En una Argentina siempre caótica, la noticia de esta semana es que no hubo ninguna noticia que rompiera la tranquilidad política y económica. La verdad sea dicha: es todo un mérito del gobierno haber calmado las aguas”, dijo a modo de introducción Teruel en su habitual columna de resumen político semanal en el programa Cuarto Oscuro (FM La Cuerda 104.5).
“La gestión nacional siguió siendo gris pero, a diferencia de otras semanas, los funcionarios no cometieron errores graves, no cometieron errores no forzados”, resaltó. En ese marco, hizo foco en el ministro Martín Guzmán que consiguió bajar el dólar y frenar la sangría del Banco Central. “Lo hizo de una manera peligrosa para el futuro -emitiendo bonos y usando manos amigas de empresarios que vaya uno a saber bajo qué promesa del gobierno salieron a vender dólares en el mercado negro- pero consiguió el objetivo de proyectar tranquilidad y eso no es poco en un país como el nuestro”, remarcó Teruel.
El periodista recordó también que el ministro mantuvo reuniones importantes con el empresariado y empezó a blanquear algo así como un “plan” económico. “Si bien no hay mayores detalles, ese ‘plan’, por lo que se puede intuir, es de pura ortodoxia económica: acordar con el FMI, devaluar gradualmente y lo menos posible, reducir la emisión monetaria, desacelerar la inflación, aumentar las exportaciones y bajar el déficit”. Al respecto, Teruel aseguró que no está mal, pero que tampoco será fácil. “Desacelerar la inflación va a ser muy difícil porque hay aumentos retrasados -combustible, tarifas y alimentos- que van a meter mucha presión. Más aún, será muy difícil contener el gasto para bajar el déficit en un año electoral”, advirtió.
En ese punto, Teruel se preguntó sobre el rol de Cristina Kirchner. “Si el ‘plan’ de Guzmán prospera es posible que la economía, a partir de su ordenamiento, mejore pero con mucho -pero mucho- sacrifico de los sectores populares y medios. Más sencillo: si Guzmán impone su ‘plan’, el ajuste es inevitable. Y eso complica las posibilidades electorales del gobierno. Ahora bien, si las necesidades electorales del gobierno desbordan el ‘plan’ de Guzmán, la economía puede volver a situaciones de caos como las que vivimos semanas atrás. La pregunta es ¿Quién lo va a decidir, el presidente Alberto Fernández o la vicepresidenta Cristina Kirchner?”, inquirió.
