Rubén Correa aseguró que «la gente joven no tiene ninguna expectativa» de futuro. Consideró que «hay un individualismo muy acentuado» que impide trabajar hacia un objetivo colectivo.
El docente universitario y dirigente de la Unión Cívica Radical, Rubén «Chato» Correa, analizó la actualidad de la juventud salteña y argentina en el contexto político que se vive durante la gestión de Javier Milei. Consideró que se percibe un individualismo que impide la construcción de proyectos colectivos.
«En Argentina hay cosas que son reincidentes», dijo, y agregó que en el país «hay una larga historia de fracaso de las políticas liberales y neoliberales».
«La gente joven permanentemente busca una alternativa y esto a veces opera de manera poco racional. No mira las consecuencias. Entiendo que no tienen mucha alternativa», señaló.
En Cuarto Oscuro, de FM La Plaza, Correa dijo que «el problema central es cómo se ha establecido una cultura donde lo que se diga no tenga ningún valor». «Pueden cambiar de idea, decir otra cosa y no hay ningún tipo de contradicción», dijo.
«Hemos sido una sociedad que ha intentado mirar hacia adelante, mejorando las condiciones de vida. Eso se perdió. La gente joven no tiene ninguna expectativa. Esa pérdida de expectativas se traduce en varias cuestiones. Los chicos piensan menos en la conformación de una familia. Hay un individualismo muy acentuado», agregó.
Para el dirigente radical «en los 60 pensaban en el hombre nuevo, tenían una proyección hacia adelante». «Hoy nadie se atreve a pensar y a soñar nada hacia adelante», siguió, y consideró que «es muy difícil construir horizontes comunes, expectativas comunes», ya que «hay un sesgo demasiado egoísta, demasiado individualista».
Consultado por la conocida frase peronista que asegura que «nadie se salva solo», Correa río y reconoció que es una frase acertada en este contexto.
