La investigadora y licenciada en Nutrición Melisa Tejerina habló sobre la situación de las comunidades aborígenes de la provincia.
En medio de la crítica situación que viven los habitantes de las comunidades del norte de la provincia, la nutricionista e investigadora Melisa Tejerina aseguró que el problema va mucho más allá de las capacidades del sistema de salud.
En el programa La marca de la almohada de la Radio de la Universidad Nacional de Rosario Tejerina aseguró que el sistema de Salud no puede ser el único que busque soluciones ya que se trata de una problemática estructural que tiene que ver con la calidad de vida de las comunidades.
Tejerina realizó diversos estudios en los últimos años sobre el estado nutricional de las mujeres indígenas. Aseguró que no alcanza con realizar controles si las condiciones de vida son vulnerables. «Los dispositivos no alcanzan, no dan abasto. Tampoco hay acceso a servicios de salud más complejos. Existen barreras geográficas y una cuestión transversal que es la cultura. No deberían ser una barrera, sino que los servicios tienen la obligación de adaptarse», dijo.
«Los pueblos que habitan el Chaco tiene sistemas alimentarios variados y nutritivos pero por la implementacion del agronegocio o el despojo de las comunidades de los territorios fueron destruyéndose», explicó. «Por otro lado está el acceso físico y económico a los alimentos. Son poblaciones que están en inseguridad alimentaria permanente: los alimentos son más caros que en las grandes ciudades, se hacen inaccesibles a las comunidades, que no pueden acceder a fuentes de trabajo», siguió.
«No alcanza con controlar si las condiciones de vida no están garantizadas. El problema que afecta a los pueblos originarios supera la posibilidad de respuesta que puede dar el sistema de salud», insistió Tejerina, que remarcó que el Estado no puede excusarse en diferencias culturales.