lunes 13 de mayo de 2024
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“Corrieron versiones de que los ovnis se lo llevaron” | Sobre el suizo que construyó el ovnipuerto en Cachi

Lo declaró Antonio Zuleta, un reconocido vecino de la localidad salteña. Hablaba de Werner Jaisli quien en el año 2008 construyó la “base de aterrizaje”, desapareció en 2013 y reapareció en 2019.

Una extensa nota publicó hoy el diario LA NACIÓN sobre ovnipuerto construido por el ciudadano suizo Werner Jaisli, quien era conocido como Bernard, o “Nómade Bernard” y había nacido el 4 de enero de 1949 en Aarwangen, cantón de Berna. El ovnipuerto ocupa un espacio de cuatro cuadras, tiene por nombre Estrella de la Esperanza y está conformada por doce estrellas dibujadas en la tierra y están marcadas con piedras o pintadas a la cal.

“La mayor es una estrella blanca de 36 puntas y de 48 metros de diámetro. Es el faro del ovnipuerto. En su interior, hay otra menor, del mismo color, pero de 12 puntas”, reseña el artículo que agrega lo siguiente: “Todas [las estrellas] tienen distintos tamaños. Están delineadas con una simetría notable, que se aprecia sólo desde el cielo. Pero Werner no usó planos. Trabajó con ayuda de tres personas que vieron con asombro cómo el artista dibujó cada una de las estrellas, tirando piolas en el piso, de manera casi perfecta”.

El suizo puso manos a la obra en el mismo lugar donde tuvo lugar la experiencia que cambió su vida. En la noche del 24 de noviembre de 2008 vio dos objetos voladores no identificados. Eran redondos de entre 12 y 15 metros de diámetro. Negros y rojos, según describió a David Zuleta, empleado de la dirección de Turismo, que filmó una entrevista con Werner quien narró que ese primer avistamiento duró unos 45 minutos y que estaba acompañado de Jorge Reyes, un lugareño que era vecino.

El artista dijo que esa vez levantó sus brazos para llamar a los ovnis y estos se acercaron y descendieron. “Yo les pedía: por favor vengan”, narró el suizo. “No se vayan”, clamó al cielo. Según su relato, “los dos objetos se posaron justo sobre nosotros. Y bajaron con una luz impresionante hasta quedar 30 metros encima nuestro. Ellos me pidieron que haga una señal, así que comencé a trabajar”, explicó el artista. Para Antonio Zuleta, especialista en objetos voladores no identificados de la zona Werner “recibió un mensaje: tenía que construir una gran estrella, a la que denominaría Estrella de la Esperanza”.

Werner tenía unos 60 años y trabajó con ayuda de Jorge –con quien compartió el avistamiento, su hermano Luis Reyes, y un joven conocido como José Miguel. La obra se extendió por varios años. El suizo vivió un tiempo en el mismo predio del ovnipuerto de Cachi. Escarbó un agujero de dos metros y medio de profundidad, por tres metros de diámetro y allí dormía “para tomar energía”.

Así fueron surgiendo las estrellas, con sus distintos tamaños. “Todo el material lo trajimos de la zona: son piedras trasladadas en carretillas”, asegura Luis. “Era impresionante ver cómo hacía los dibujos, sólo tirando piolas”. “Acá siempre se ven luces y objetos no identificados, para nosotros es normal”, continúa Luis Reyes.

En diciembre de 2013, sin terminar la obra que comenzó, Werner desapareció de los Valles Calchaquíes. “Corrieron versiones de que los ovnis se lo llevaron”, especuló Antonio Zuleta. “Cuando yo lo conocí por primera vez, vestía como cualquier ciudadano” relata Zuleta. “Con el correr del tiempo adoptó una vestimenta llamativa: apareció con un turbante, un chaquetón y pantalón todo negro. Portaba un báculo y en una de sus puntas ató plumas de loro”, narró.

El artista se fue volviendo más excéntrico. Y más seguro que nunca de sus contactos con los seres intergalácticos. De regreso en Cachi, hace dos años, expresó que tuvo 200 avistamientos de ovnis a lo largo de más de una década. Según dijo, nunca sintió temor de los seres galácticos. De ellos solo encontró mensajes de amor y paz. Jamás se sintió amenazado por esos contactos. “Ellos son superiores. Son capaces de hacer milagros”, expresó Werner.

“Este lugar tiene para mi algo sagrado. Yo tenía en claro que tenía que volver”, aseguró el suizo en ocasión de su regreso. Entonces expresó que comenzaba la construcción de una nueva estrella que llevaría por nombre: “Llamada al cielo”.

Días después, una vez más, desapareció. Su obra quedó inconclusa. “Dijo que se iba a Bolivia a construir otra estrella igual y después a Suiza. En Pascua iba a venir y no vino más”, se lamenta Luis Reyes. “Se contactó algunas veces con mi hermano Jorge, que trabajó con nosotros en la estrella. Pasó un tiempo y ya no se contactó más”.

El ovnipuerto de Cachi es ahora administrado por la municipalidad local. Los colores de las piedras marcados con cal no se lavan, pese a las lluvias. La obra de Werner subsiste hace más de 15 años. “Quedó pendiente esa estrella más”, dice Luis Reyes. “Pero desapareció”. “Él era único. Nunca vi una persona tan amable”, afirman quienes aún esperan volver a verlo por estos valles de Salta.

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