Los anuncios de Gustavo Sáenz comienzan a tener vigencia y se mantendrán hasta el martes 31.
Salta se adapta a la realidad de reclusión en el camino de prevención del coronavirus. No habrá clases en todos los niveles hasta el 31 de marzo. Durante el mismo período se cerrarán las fronteras de la provincia y se reducirá la atención al público en las oficinas del Estado.
“Hay que tomar decisiones que afectan intereses pero que no pueden ser más importante que el derecho a la vida y al interés colectivo de todos los salteños”, dijo Sáenz en el mensaje que dirigió a la provincia anoche, tras el anuncio del presidente Alberto Fernández.
A pesar de la falta de clases, se anunció desde el gobierno que los establecimientos educativos estarán abiertos para hacer frente a servicios administrativos y alimenticios en los casos que correspondan.
Desde el Poder Judicial, el Legislativo, el Ministerio Público y los gobiernos municipales imitarán con acciones que reduzcan el contacto entre las áreas de atención al público y la ciudadanía. Se garantizarán los servicios esenciales que brinda el Estado en todos los poderes.