Entre ellos se mezclan referentes políticos históricos de la provincia con otros que parecen haber prestado el nombre para llenar un casillero. El denominador común de todos es la de ser figuras sin vocación de candidaturas.
Pasó casi desapercibido en la provincia el cierre de listas de los precandidatos al Parlasur. Si eso no ocurrió del todo fue porque Alfredo Olmedo pasó de ser el “hombre de Milei” en Salta para encabezar la lista de diputados nacionales a la poca sonora condición de candidato al Parlasur. Si el sojero desistió de candidatura por las bajas performances electorales que protagonizan las figuras provinciales del libertario lo desconocemos; pero lo cierto es que el hombre de la campera amarilla buscará ser uno de los 43 representantes para ese órgano consultivo que se ha cuestionado tanto en el último tiempo.
También se anotó allí el camionero Jorge Guaymás por la lista que encabeza Pablo Outes en Unión por la Patria; Claudio del Plá – referente de la izquierda salteña – en una de las listas del FIT; o apellidos fuertes hacia el interior de un espacio como el de Josefina Morello en Libres del Sur. No es poca cosa si tenemos en cuenta que los rostros de estos candidatos se ubicarán al lado de la fórmula presidencial, por lo que podrían ser muy importantes a la hora de que el votante escoja su boleta.
A las figuras conocidas se les suman otras no tan destacadas en Salta como Gabriel Arias del partido Felicidad, Jorgelina “Koky” Juárez de la lista que encabeza el “Rana” Villa también de Unión por la Patria; Paula Benavides de Salta Independiente, Florencia Gasparini de “Unir y fortalecer la izquierda”. El denominador común entre unos y otros es la ausencia de pasión por las candidaturas. Algunos porque ya transitan las etapas finales de sus carreras, otros porque vienen de elecciones pérdidas que dejaron huellas y el resto porque no asocian a la militancia necesariamente con candidaturas.
A eso debe sumarse otro aspecto a tener en cuenta: en la actualidad los parlamentarios del Mercosur no cobran ingreso alguno. El asunto quedó judicializado luego de que el gobierno de Mauricio Macri decidiera no pagar esas dietas. El planteo de entonces “fue que lo que correspondía era que la Argentina transfiriera los fondos al Mercosur y que fuera el Parlasur el encargado de afrontar ese gasto, básicamente porque los parlamentarios no son empleados del Estado argentino” recordó el diario El Cronista en su edición de ayer. Tras la decisión del gobierno de Cambiemos, el parlamentario Alejandro Karlen, inició una causa judicial para que el Congreso de la Nación afronte el pago de las dietas y el caso se encuentra actualmente en manos de la Corte Suprema.
