Así lo señaló el docente e historiador Carlos Abrahan al referirse a los días que se vivieron en mayo de 1969 en nuestra ciudad. Una pueblada comandada por obreros y estudiantes, con los secundarios jugando un papel fundamental durante las jornadas de protesta que casi terminan con la toma del opulento Club 20 de Febrero. Pero antes y después también hubo revueltas en toda la provincia.
En ocasión del conversatorio que se realizará en los próximos días, Abrahan señaló que se reunirán a compartir una serie de conceptualizaciones de los procesos históricos y políticos que se produjeron en Argentina en el periodo que se abre a partir del “Cordobazo” en 1969 y alcanza, por lo menos, hasta 1973. “Pasaron 50 años y esto es algo que todavía se sigue estudiando”, comentó en la entrevista concedida al programa CUARTO OSCURO, que se emite por la señal de FM La Cuerda (104.5).
“Todo ese es un periodo de procesos en cada uno de los espacios territoriales o de las provincias argentinas donde se protagonizaron estos denominados azos”, dijo en referencia al periodo que gobernó la dictadura de Onganía, Lanusse y Levingston, autoproclamada como la Revolución Argentina. “Aplicaron un plan típico fondomonetarista contra la clase obrera, con reducción de salarios y contra los estudiantes con la represión a las libertades democráticas y sobre todo a las condiciones materiales del estudiante”, acotó el entrevistado.
Además recordó que si bien esta dictadura contaba con el apoyo de los sectores agrarios enriquecidos, fue al sector financiero y sus intereses a quienes el gobierno de Onganía comenzó a “acaudillar para que ese capital financiero después llegue al control total de la economía argentina en 1977 con Martínez de Hoz”. En ese sentido acotó: “este es un proceso de características internacionales, porque no es solamente la Argentina, porque si hacemos un conteo rápido tenemos el mayo francés de 1968, la masacre de Tlatelolco, en México, el mismo año. Tenemos las organizaciones en Bolivia y Uruguay; choques en Alemania, en Japón. Es decir, tenemos un conjunto de enfrentamientos sociales que acá toma la forma de azos y puebladas. En nuestra provincia se va a producir lo que con otros historiadores hemos acordado en denominar como el salteñazo”.
Luego Abrahan pasó a relatar algunas de las particularidades de esta pueblada que tuvo lugar mayo de 1969. Obreros y estudiantes se enfrentaron a la policía en distintos puntos de las calles de Salta una semana antes de que ocurriera incluso el famoso Cordobazo. A la par que sucedían enfrentamientos similares los días previos en Corrientes, trasladándose “como dominó” a Rosario. Luego las réplicas se dieron en Catamarca, Tucumán, Jujuy y el resto de las provincias hasta 1973.
Puntualmente, sobre el Salteñazo, el historiador mencionó que si bien duró casi una semana, tuvo su punto cúlmine el 21 de mayo. Ese día hubo tres choques entre manifestantes y uniformados a lo largo de la jornada. “En la prensa señalan que no había precedentes para la magnitud de los enfrentamientos que se produjeron ese día en la ciudad de Salta. Los protagonistas principales fueron estudiantes universitarios pero sobre todo los secundarios de la escuela Técnica, de la Normal, del colegio Nacional. Todos van a constituir un contingente muy importante que va a movilizarse contra el Estado”, relató Abrahan.
En cuanto a lo que sucedió por aquellos días de la revuelta, el historiador comentó: “una de las imágenes que pretendemos mostrar porque no es así, es la idea de tranquilidad que los historiadores tradicionales nos han tratado de pintar sobre Salta. Lo que decimos es que justamente Salta es todo lo contrario a esa tranquilidad”.
Luego aclaró esta hipótesis: “En junio de 1968 hay un enfrentamiento social, no de la intensidad del Salteñazo pero lo hay, el 14 de febrero del 69 hay otro, así como el 1 de mayo. Después viene el Salteñazo, después tenemos registros de enfrentamientos en 1970 en la ciudad de Salta y se produce el Oranazo, al norte de la provincia. Luego tenemos en 1972 un enfrentamiento nuevo en la ciudad de Salta y tenemos el Animanazo. A todo esto habría que sumarle la cantidad de huelgas nacionales que tuvieron repercusión en la provincia y la cantidad de luchas y movilizaciones que no hemos llegado a investigar pero que seguramente las nuevas generaciones de historiadores lo harán”.
