La salida se produce antes de lo previsto y en medio de negociaciones clave con Estados Unidos. El gobierno de Milei anunció que revisará los últimos movimientos diplomáticos dispuestos por la Cancillería.
El presidente Javier Milei aceptó la renuncia del canciller Gerardo Werthhein, en un contexto de fuertes roces con su asesor Santiago Caputo. La salida se concretó antes de lo previsto, generando malestar en la Casa Rosada, ya que el mandatario había pautado que los cambios ministeriales se realizarían después de los comicios legislativos de este domingo.
Según fuentes oficiales, Werthein filtró la semana pasada que presentaría su dimisión el lunes 27 de octubre para intentar obtener un respaldo presidencial que no llegó. «Quiso presionar a Milei haciendo filtrar que iba a renunciar y con Milei eso no funciona”, manifestaron desde el Gobierno.
Desde el entorno de Caputo se acusaba al ahora excanciller de entorpecer las negociaciones con Estados Unidos. Se deslizó que la demora en la firma de un tratado de arancel cero estaba trabada por temas de patentes y medicamentos, áreas afines a los intereses comerciales de Werthein.
También se lo responsabilizó por no cooperar en los aspectos formales de la relación bilateral. Fuentes de Balcarce 50 consideraron «insólito» que la Cancillería no informara a las autoridades norteamericanas que un almuerzo de trabajo se realizaría con traductor, una práctica habitual en ese tipo de encuentros.
La salida de Werthein no se interpreta, según las mismas fuentes, como un triunfo de Caputo sobre Karina Milei, ya que la hermana del Presidente tampoco protegía al canciller. Se destaca que Javier Milei era casi la única figura que lo sostenía en el cargo, resistido por gran parte del Gabinete.
Según informó Ámbito, el Gobierno revisará todas las designaciones y traslados diplomáticos fuera del país resueltos por la Cancillería en los días previos a la renuncia. Esta medida afecta a más de 80 movimientos de funcionarios del Servicio Exterior hacia embajadas en países como Estados Unidos, China y Rusia.
