El joven de 14 años protagonizó un nuevo episodio violento en Campo Quijano tras haber irrumpido armado en una escuela de Villa Esmeralda en marzo. Golpeó brutalmente a un estudiante de 13 años a la salida de la Escuela Técnica Ingeniero Maury.
Un estudiante de 13 años fue brutalmente golpeado ayer cerca de las 17.30 a la salida de la Escuela Técnica Ingeniero Maury de Campo Quijano. Dos jóvenes de 14 y 17 años lo interceptaron cuando cruzaba el puente camino a su casa y lo patearon en el suelo hasta causarle politraumatismos en el rostro y el cuerpo. La víctima fue trasladada en ambulancia al Hospital Francisco Herrera, donde permaneció en observación por la gravedad de las lesiones.
Uno de los agresores es el mismo adolescente de 14 años que el 26 de marzo ingresó armado con un machete al colegio secundario N° 5176 de Villa Esmeralda. En aquella ocasión, el joven había sido retirado de la institución por una pelea con un compañero, pero regresó horas después con el arma en su mochila. Recorrió los pasillos hasta el aula de su rival, agredió a un profesor, apuntó con el machete a la directora y amenazó con quemar la escuela. Grabó un audio en el que advertía que atacaría a sus compañeros «uno por uno». La Policía lo detuvo en su casa y la Fiscalía Penal Juvenil abrió una causa por tentativa de homicidio.
Según trascendió en los medios, el adolescente proviene de un núcleo familiar con serios problemas. Es hermano de otro menor que hace dos semanas se fugó de su hogar tres veces en menos de 24 horas, pero no ha habido intervención efectiva de los organismos de protección. La Fiscalía Penal Juvenil y el Juzgado de Menores e Incapaces no actuaron con firmeza tras el ataque con machete, y la reiteración de hechos violentos expone el vacío de un sistema judicial y de protección infantil que no logra contener a jóvenes en riesgo.
El director de la Escuela Técnica, Rafael Sanari, expresó su preocupación y reclamó medidas inmediatas. «Es una situación muy penosa y delicada. Este chico salía del taller y fue abordado por dos jóvenes que lo patearon con una violencia brutal. Pasó la noche internado en observación. Nosotros necesitamos que los padres se involucren y, si pueden, que busquen a sus hijos. Estos agresores ni siquiera son de Campo Quijano, y cuando estaban rondando se los vio consumiendo. Creemos que estaban buscando a su proveedor de drogas para vender ellos o consumir. Los dealer merodean las escuelas», declaró a El Tribuno.
Sanari también advirtió sobre la presencia de adultos extraños en la zona y pidió controles policiales en los horarios de salida, cuando cientos de alumnos de distintas escuelas comparten la misma área. «No alcanza con dos patrulleros, los padres deben tomar conciencia y acompañar a sus hijos. Hemos detectado adultos extraños que rondan la zona, incluso un hombre que fue sorprendido dentro de la escuela primaria en los baños de los varones. La situación es muy grave y puede terminar en una tragedia», advirtió.