El centro de salud registró múltiples sustracciones en los últimos meses, incluido el robo de un termómetro láser captado por cámaras. La dirección solicitó apoyo policial ante la reducción del servicio de vigilancia privada.
El Hospital Juan Domingo Perón enfrenta una ola de robos y actos vandálicos que comprometen su funcionamiento normal. El último incidente ocurrió el lunes cuando una persona ingresó al área de triaje y sustrajo un lector de temperatura láser, hecho que quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento.
Pedro Ureña, gerente del nosocomio, explicó que estos episodios generan un importante perjuicio económico a la institución. Los recursos que debían destinarse a insumos médicos ahora deben utilizarse para reponer cerraduras dañadas, reparar rejas forzadas y cambiar vidrios rotos por los actos de vandalismo.
La situación se agravó por una transición imprevista en la empresa de seguridad privada. La firma anterior dejó de operar tras el fallecimiento de su propietario, lo que obligó al Ministerio de Salud a contratar de urgencia a otra compañía que ya prestaba servicios en otros hospitales. Esta nueva empresa concentró sus efectivos en la Guardia de Emergencia y el Call Center, dejando desprotegidas otras áreas del edificio.
Según informó Video Tar, ante la falta de vigilancia adecuada, la dirección hospitalaria solicitó colaboración a la Policía de la Provincia, que ahora incluye al establecimiento en sus rondas de patrullaje durante los horarios de mayor riesgo. Como medida adicional, la Municipalidad cerrará varios accesos sobre las calles Alberdi y Tucumán, y modificará la fachada para mejorar el control de ingresos. Desde el próximo lunes, el hospital implementará un sistema de turnos por WhatsApp para reducir las aglomeraciones en los accesos.
