Esto se desprende del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborados mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La información forma parte del último reporte semanal de la Consultora Sarandí, en base a los relevamientos del IPC elaborados mensualmente por el Indec. Ahí se revela, entre otros detalles de precios, que desde diciembre de 2019 hasta febrero de 2022 la inflación en el país fue del 123,5%.
En ese contexto detallan que el incremento en el precio de la carne vacuna llevó al asado a subir su precio en 217,5%. Sin duda un golpe al bolsillo de toda la gente que disfruta de este ritual dominguero y familiar.
De diez alimentos básicos seleccionados, la consultora dirigida por el economista Sergio Chouza comprobó que en seis casos los incrementos en los 26 meses transcurridos fueron mayores al promedio general, en tanto los otros cuatro se ubicaron por debajo del 123,5% acumulado desde diciembre de 2019.
Entre los primeros, los fideos secos mostraron un aumento del 56,5%, 67 puntos porcentuales menos que la inflación general, la harina de trigo 62,9% (-60,6 puntos), la leche fresca 87,2% (-36,3), el pan de mesa 95,2% (-28,3), el arroz blanco 109,9% (-13,6) y los huevos de gallina 120,5% (3 puntos porcentuales menos que el IPC).
Por el contrario, el queso cremoso superó a la inflación general en ocho décimas de punto porcentual, con un alza del 124,3% desde diciembre de 2019, en tanto los otros tres productos que superaron al nivel general fueron el pollo entero, con el 134,6% (11,1 puntos más); el aceite de girasol, con el 135,7% (+12,2) y el asado, con el 217,5% (94 puntos más que la inflación global).
