La víctima denunció el caso el año pasado cuando tenía 15 años, pero los abusos se remontan a muchos años antes. El condenado de 76 años cumplirá la pena en modalidad de arresto domiciliario.
Un tapicero de 76 años fue condenado a prisión efectiva por abusar sexualmente de su nieta quien residía junto a sus padres en el domicilio del acusado. La denuncia se realizó en mayo del año pasado cuando la víctima (15) contó que su abuelo la había sometido a tocamientos desde que tenía 8 años de edad, que los mismos eran realizados por arriba y por debajo de la ropa y que lo hizo hasta que ella cumplió los 13.
La víctima manifestó que un día, al regresar del colegio, el acusado la llevó al taller y le dijo que quería “hacer algo más” y le prometió que le daría plata para que se compre muchas cosas. Ella forcejeó, quiso irse, pero él la sujetó y la accedió carnalmente. En ese momento la víctima tenía 9 años. Un año después, la nena le relató a una psicóloga de su barrio lo que padecía. Esta se lo comunicó a su padre, quien le reclamó al acusado. En ese momento su abuela la trató de mentirosa, le dijo que ya no quería verla, y su abuelo se hizo el enojado. Luego el imputado le pidió perdón, pero siguió sometiéndola a tocamientos.
La audiencia de debate se llevó a cabo en la Sala V del Tribunal de Juicio, presidido por la jueza Gabriela Romero Nayar, quien le impuso al acusado la pena de ocho años de prisión por resultar autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda y por el vínculo y abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y el vínculo.
La jueza dispuso que el condenado cumpla la pena con modalidad de arresto domiciliario debido a que presenta diversas patologías constatadas por profesionales médicos. Ordenó además que se le extraigan muestras genéticas para su inscripción en el banco de datos correspondiente.