Un nuevo marco legal busca proteger a la comunidad de posibles riesgos sociales. La ordenanza municipal fue aprobada tras consultas vecinales.
El municipio de Cachi ha tomado una decisión trascendental para resguardar el tejido social de la localidad. A través de una ordenanza, las autoridades prohibieron la instalación de máquinas de juego de azar y casinos en todo el territorio municipal, tras un proceso de consenso que involucró a diversos actores comunitarios.
La iniciativa surgió principalmente por la preocupación de padres y vecinos ante la potencial llegada de un establecimiento de juegos de azar. Los funcionarios destacaron que en una población con bajos ingresos y limitadas oportunidades laborales, un casino podría generar riesgos de adicción y deterioro social que afectarían especialmente a los sectores más vulnerables.
El concejal Banis Cruz explicó que la medida responde a la voluntad de preservar la identidad cultural del pueblo. «Queremos recalcar el aspecto cultural, la paz y la tradición de nuestra gente», manifestó a Nuevo Diario. Además, señaló que la reglamentación no es definitiva y podría modificarse en consonancia con el crecimiento poblacional.
Complementariamente, el municipio ha iniciado conversaciones con instituciones educativas para desarrollar campañas preventivas sobre los riesgos de las apuestas, especialmente entre la población joven. Esta estrategia integral busca no solo prohibir, sino también educar y concientizar sobre los potenciales peligros de los juegos de azar.
