El filme, a estrenarse en agosto, mostrará los vestigios de este asentamiento colonial. Historiadores y arqueólogos destacan su importancia para la identidad regional.
Un nuevo documental promete arrojar luz sobre Nuestra Señora de Talavera, conocida como Esteco I, una ciudad colonial fundada en 1566 en el actual territorio salteño. El escritor e historiador Juan Carlos Valdiviezo ha recopilado imágenes y testimonios para este proyecto audiovisual que busca dar a conocer la historia de este asentamiento olvidado.
«El objetivo es preservar este patrimonio arqueológico porque está olvidado en el monte», explicó Valdiviezo a El Tribuno. El filme, que se encuentra en etapa de posproducción, se lanzará en YouTube para alcanzar una audiencia global. Christian Bicecci, parte del equipo de producción, indicó que el estreno está previsto para agosto.
El documental abordará la compleja historia de Esteco I, desde su fundación hasta su traslado en 1609. Investigaciones recientes, lideradas por la Dra. María Marschoff y su equipo, han localizado los vestigios de la ciudad a unos 4 kilómetros del Paraje El Vencido, en el Departamento de Anta.
Valdiviezo resaltó la importancia histórica de Esteco I: «Fue un importante centro que conectaba Perú con el Puerto de Buenos Aires». El documental busca no solo difundir este legado, sino también impulsar esfuerzos para su preservación, ya que, a pesar de ser declarado patrimonio arqueológico e histórico por el Concejo Deliberante de El Quebrachal, el sitio aún carece de protección adecuada.
Es interesante notar que, más allá de los hechos históricos que el documental abordará, existe una leyenda popular, similar a la historia bíblica de Sodoma y Gomorra, que narra cómo la ciudad de Esteco, otrora próspera y lujosa, fue castigada por su avaricia y falta de caridad. Según el mito, un terremoto hundió la ciudad, dejando como único vestigio una mujer convertida en estatua de piedra por desobedecer la orden de no mirar atrás mientras huía. Esta leyenda, profundamente arraigada en la cultura salteña, ha generado incluso coplas populares que advierten sobre los peligros del orgullo y la codicia.
