La candidata se quedó afuera del Congreso Nacional. Su discurso intolerante no prendió.
No se pudo. La aventura paracaidista de Inés Liendo en nuestra provincia terminó pronto, como se esperaba. La candidata de Juntos por el Cambio + no llegó al Congreso Nacional y ahora deberá regresar a Buenos Aires, la ciudad donde vive y vota. La localidad que abandonó momentáneamente para intentar una épica que no se dio.
Abrazada a las ideas cada vez más populares que funcionan para algunos representantes de la ultraderecha, Inés Liendo se paró con un pie en el macrismo más rancio y la intolerancia, que muchas veces parecen lo mismo.
Negacionista, incapaz de hablar mal de la dictadura porque tiene parientes que fueron funcionarios de peso, Liendo intentó conseguir una banca a partir de un discurso encendido que tomó fuerza en las distintas marchas anticuarentena realizadas por la oposición.
Viralizada y luego sondeada, Liendo fue la marioneta de la ultraderecha que encontró el macrismo salteño para intentar estar en sintonía con las posturas que favorecen a Javier Milei y Patricia Bullrich.
Pero el naufragio empezó rápido. Tener domicilio en Buenos Aires no ayudó. Ya había pasado con otros candidatos en elecciones pasadas. Es difícil que alguien de afuera consiga ser aceptado por el electorado. Liendo no fue la excepción.
Seguramente Liendo seguirá adelante en el terreno que mejor le sienta: el virtual. Desde allí, entre posteos y videos encendidos, insistirá con una carrera política que hoy por hoy parece más bien terminada.
