La Policía de CABA ha comenzado a utilizar pistolas Taser en estaciones de subte y comunas porteñas, generando rechazo por parte de organismos de derechos humanos y legisladores. Aunque las autoridades destacan su uso como herramienta para contener a personas violentas, existen preocupaciones sobre la letalidad de estas armas y su potencial abuso.
La implementación de pistolas Taser por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires ha generado controversia y críticas de diversos sectores. El uso de estos dispositivos eléctricos no letales se inició el lunes, siendo asignados a la División de Intervenciones Rápidas, personal de la División Subtes y la División de Operaciones Especiales Metropolitanas. Las pistolas Taser se utilizarán en estaciones de subte, centros de transbordo y en las 15 comunas de la ciudad.
Aunque las autoridades justifican su implementación como una herramienta para reducir y detener a personas violentas sin causar daño permanente, organismos de derechos humanos y legisladores expresaron preocupación. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advierte que las Taser, aunque se promocionan como armas no letales, pueden causar lesiones graves e incluso la muerte. Además, se han cuestionado la planificación, el uso desproporcionado y la falta de consideración sobre situaciones de salud mental en las que se desaconseja específicamente su uso.
La polémica en torno a las pistolas Taser también ha involucrado críticas en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y la Secretaría de Derechos Humanos. Legisladores cuestionaron la falta de planificación y la promesa de seguridad por parte del gobierno de la Ciudad. Por su parte, representantes de los metrodelegados del subte señalaron el peligro potencial de su uso en ese ámbito y manifestaron su preocupación ante la posibilidad de generar caos y violencia. La implementación de las pistolas Taser continúa generando debates y discusiones en relación a su efectividad y posible uso indebido.
