A pesar de las recientes obras valoradas en millones que se realizaron en el mítico paseo salteño, éste presenta graves falencias en su sistema eléctrico y de provisión de agua para los transeúntes.
La emblemática Plaza 9 de Julio de la ciudad de Salta, cuya reciente refacción costó millones de pesos de dinero público, presenta en la actualidad graves problemas en sus sistemas eléctricos y de provisión de agua potable que ponen en riesgo a trabajadores y visitantes.
Así lo demuestra un reciente informe técnico elevado a la Municipalidad de Salta, que da cuenta -con fotografías- del estado de los cables, tableros eléctricos y conexiones, advirtiendo de la existencia de «serios peligros» tanto para el personal de mantenimiento como para los miles de transeúntes que a diario transitan el paseo.
Entre las irregularidades detectadas, se destaca la presencia de cables eléctricos descubiertos y fácilmente accesibles por el público general, tableros ubicados debajo de la glorieta sin las condiciones mínimas de seguridad y una bomba fuera de funcionamiento con cables expuestos.
Esto se suma a la falta de provisión de agua potable para los visitantes, en medio de temperaturas que alcanzaron los 36°C esta semana. El tradicional bebedero de la plaza se hallaba sin funcionar, generando malestar entre los salteños que buscaban refrescarse del agobiante calor.
La situación vuelve a poner en el centro de la polémica la millonaria inversión realizada para remodelar la plaza, ya que los planos eléctricos formaron parte de las controversias por supuestas irregularidades en la licitación y ejecución de la megaobra en el paseo fundacional de la ciudad.
Por el momento, continúan los trabajos de revisión en la Plaza 9 de Julio para identificar otras posibles falencias y proceder a su reparación, aunque sin precisiones de cuando estarán finalizados para no seguir poniendo en riesgo a los miles de salteños que a diario visitan el histórico paseo de la ciudad.
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