La Nación recorrió la feria Caminos y Sabores que se realiza hasta este martes en el predio de la Sociedad Rural Argentina en Capital Federal. El medio hizo foco en el tradicional postre de nuestra provincia.
Lo cotidiano para nosotros puede ser extraño para foráneos. Ni hablar si son porteños. Esto último quizás lo digamos con algo de prejuicio, pero la habitual sorpresa de los habitantes del AMBA ante cualquier cosa que sea distinta a su vida cotidiana obliga a pensar que, por momentos, exageran en sus reacciones.
Quizás eso haya ocurrido en un artículo publicado este lunes en el diario La Nación. Se trata de una nota que cuenta todo sobre la feria Caminos y Sabores, que se realiza del 6 al 9 de julio en el predio que la Sociedad Rural Argentina tiene en el barrio porteño de Palermo, el mismo lugar donde se realiza la tradicional Feria del Libro.
El matutino de la familia Mitre describe como «atrapante» el recorrido que se puede hacer en la feria, donde se congregan unos 450 emprendedores de todo el país.
«Entre los diferentes productos regionales está el mejor alfajor del mundo, una crema de limón ahumado y pastas de quinoa que revolucionan los paladares del público», asegura el diario, que en la nota hace foco en un producto «exótico» que para los salteños es muy común.
«En la feria una fruta similar a la sandía se roba la atención de la gente. Aunque por dentro carece de colores y pigmentos, la simpleza de su interior atrae a cada uno de los que se percatan de ella. Se trata del cayote, una fruta de la familia cucurbitaceae, con la que Segundo Cornejo elabora un exótico dulce artesanal», describe el artículo, que habla sobre el emprendimiento “Chicoana”. «La estrella de la línea productiva también es un postre típico de Salta, desde donde vienen los expositores todos los años. La familia elabora, además, higos en almíbar, arándanos en almíbar al torrontés, frutilla, casco de membrillo en almíbar, batata en almíbar. La última incorporación fue el dulce de leche», agrega.
Luego, la nota sigue: «El cayote lo siembran en un campo de cinco hectáreas y desde la siembra a la cosecha pueden pasar seis meses».
En el artículo, el emprendedor salteño sonríe y posa para la foto junto a sus productos, los mismos que son tan comunes como exóticos.