El dirigente libertario corre este viernes la Baja 1000, la carrera más exigente del rally raid mundial, mientras enfrenta cuestionamientos por predicar la cultura del trabajo y denuncias por maltrato laboral en su hotel de La Rioja.
La 58ª edición de la mítica «Baja 1000» ya está en marcha en Baja California, México. El equipo del empresario salteño estará compuesto por tres pilotos: Alfredo Olmedo junto a Daniel López, Tomás Olmedo con Sergio Núñez, y nuevamente López acompañado de Núñez.
Lejos de ser una aventura aislada, Olmedo no se perdió una sola competencia de la temporada: participó en la San Felipe 250 en abril, en la Baja 500 en junio y en la Baja 400 más tarde ese mismo año, todas en California. Ahora cierra su tour coronando la campaña en la exigente Baja 1000. Mientras tanto, en Argentina, su figura vuelve a estar en el centro del debate político por la distancia entre su discurso sobre el esfuerzo y su estilo de vida.
Es que el dirigente libertario insiste en hablar de “cultura del trabajo” y suele invitar a quienes lo cuestionan a “agarrar la pala”. Sin embargo, su agenda parece más ajustada al calendario internacional del rally que a la rutina de cualquier trabajador promedio. La contradicción entre su prédica y su práctica quedó aún más expuesta esta semana, cuando defendió la reforma laboral asegurando que los empleados de su propio hotel “quisieran trabajar 20 horas al día” para sumar propinas y extras.
Horas después, los trabajadores del Hotel Naindo presentaron una denuncia formal acusando a Olmedo de imponer jornadas extenuantes sin pago de horas extra y salarios por debajo del convenio. Los gremios solicitaron la intervención del Ministerio de Trabajo, abriendo un nuevo capítulo de polémica alrededor de un dirigente que, mientras pide sacrificio a los demás, acelera sin pausa por las rutas del desierto mexicano.


