Es Walter Mamaní, detenido tras inventar una causa en Apolinario Saravia.
El comisario Walter Mamaní fue puesto en prisión preventiva. Está acusado de detener sin motivos y luego torturar a un joven de Apolinario Saravia. Se trata del mismo policía que en 2011 había plantado pruebas en el caso de las turistas francesas.
Nuevo Diario informó que en su resolución el juez de Garantías 1, Sebastián Guzmán Salustro, también ordenó la preventiva para los policías Juan Giménez, Sergio Argañaraz y Julia Díaz.
El hecho sucedió a fines de junio. Para el juez existen pruebas suficientes para mantener la imputación penal por los delitos de abuso de armas, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas.
Un impune con uniforme
En 2011 Mamaní era oficial principal. Prestaba servicios en la División Delitos contra la Propiedad. El 1 de agosto de ese año encontró dos plomos en la zona donde habían encontrado los cuerpos de las turistas. El lugar había sido revisado por más de cien personas entre policías, bomberos, peritos, juez. Se había utilizado hasta un detector de metales de Gendarmería. Sin embargo, nadie había visto nada.
El asunto no quedó ahí. El 4 de agosto Mamaní encontró un revolver calibre 22 que coincidía con los plomos hallados en la Quebrada de San Lorenzo. Estaba, según dijo, enterrado en la casa de un hombre a quien le habían allanado la casa por una denuncia por el robo de pertenencias que nunca aparecieron. El hombre fue detenido y luego liberado. Pero la maniobra sirvió para acusar a Daniel Vilte Laxi, absuelto al final del juicio en 2014 pero encarcelado mientras tanto.
En su libro «Doble Crimen», el periodista Maximiliano Rodríguez relató que la declaración de Mamaní en el juicio por el crimen «ni siquiera encuadraría en el realismo mágico».
«Un mismo policía encontró en dos días los proyectiles donde nadie los vio y luego secuestró el revolver enterrado que coincidía con esos proyectiles. Mucha fortuna para un solo oficial», aseguró el periodista.
Mamaní también es licenciado en Gestión de Seguridad. Es docente de los alumnos de la Licenciatura en Seguridad de la Universidad Provincial de Administración Pública (UPAP). Entre apremios y plantación de pruebas también daba clases virtuales por culpa de la pandemia.