Tras semanas de femicidios cuyas víctimas habían denunciado previamente a quienes fueron sus asesinos, la Comisaria de Castañares protagonizó un hecho bochornoso que ya fue presentado ante la Fiscalía de Derechos Humanos.
Tomemos los recaudos propios del caso: omitir los nombres de las y los involucrados para preservar la identidad de la mujer que sufrió el accionar policial en la Comisaría de Campo Castañares. La situación ya fue denunciada en la Fiscalía de Derechos Humanos para que, investigación mediante, evalúe el accionar policial y disponga las responsabilidades y/o sanciones correspondientes.
Los hechos ocurrieron el lunes pasado cuando, promediando las 21 horas, la madre de una niña se apersonó al domicilio de su ex marido para dejar a la menor, tras informarle telefónicamente que ese era el deseo de la hija de ambos. La situación tomó ribetes insólitos: cuando la mujer llegó al domicilio de su ex pareja, uniformados que se trasladaban en dos camionetas policiales la “demoraron” en presencia de la menor, familiares y amigos que estaban en el lugar. Recién en su condición de demorada fue anoticiada que ni bien cortó con ella, su ex marido llamó a al 911 para expresar que la señora tenía una medida de prohibición de acercamiento que ella desconocía. La notificación de la misma llegó cerca de las 3 de la mañana del martes 16 de febrero, cuando la mujer seguía “demorada” en dependencia policial.
La sorpresa e indignación de la damnificada fue grande. No sólo porque lo que estaba padeciendo, también porque fue ella quien denunció a su ex marido por violencia familiar y de género en septiembre de 2020; ello dio lugar a un expediente que lo tramita la Jueza de Violencia Familiar y de Género N°2; en la causa se decretaron medidas de protección a favor de la madre; el denunciado dejó el hogar donde convivían llevándose a la niña de 11 años impidiendo el contacto entre ésta y su madre; situación que dio lugar a otras denuncias por impedimento de contacto que la mujer radicó contra su ex marido.
Lo último no modificó en nada la conducta del padre de la menor que además de no acercar a su hija con su madre, denunció a esta última por violencia familiar. “El supuesto de las denuncias recíprocas o cruzadas, es muy frecuente en la realidad. Pero no necesariamente quiere decir que la violencia sea simétrica, en general, la denuncia que realiza el varón que ha sido denunciado es una respuesta a modo de resguardo o venganza de las denuncias que pesan en su contra. Lo que se termina generando, como puede verse en este caso, es que el sistema judicial se termina volcando, paradójicamente, a favor del varón”, se enfatizó en la presentación.
La letrada que patrocina a la mujer resaltó ante la Fiscalía que su defendida nunca fue notificada de alguna “prohibición de acercamiento recíproca” y que ello ocurrió tras estar cuatro horas demorada en la dependencia policial. Para corroborarlo, adjuntó la notificación al escrito.
Además de arbitrario, la presentación resalta que el accionar policial fue discriminatorio. Lo primero por la desmesura con que los efectivos actuaron sobre una persona que ni gritaba, ni amenazaba, ni ejercía acto de violencia y que desconocía medida alguna sobre ella; lo segundo por haber sido esta última quien, a pesar de las muchas denuncias registradas contra su ex pareja, fue demorada por autoridad policial.
“Cuando la respuesta estatal es manifiestamente desproporcionada hacia el varón que ejerce violencia respecto de la mujer, estamos ante un supuesto de discriminación, que es obligación también del estado erradicar. Situación que cobra mayor gravedad en un contexto como el que estamos viviendo a nivel nacional y provincial de emergencia por violencia de género”, resalta la denuncia que incluye la identificación de los testigos de los hechos narrados.