Desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de más de 2,3 millones de durmientes de quebracho colorado y blanco. La cifra representa la tala de más de 2 millones de quebrachos de entre 60 y 80 años de edad.
Así lo indica el informe “En vías de extinción. La sobrexplotación del quebracho para la red ferroviaria argentina” publicado por la organización ambientalista Greenpeace. En el mismo se destaca el rol clave que poseen los trenes para avanzar en un sistema de transporte de bajo impacto ambiental en comparación con el transporte de carga vehicular, pero abogan abandonar el uso del quebracho con el objeto de no destruir bosques.
El documento recuerda que la explotación intensiva del quebracho colorado en el Gran Chaco se intensifico a fines del siglo XIX y comienzos del XX con la extracción para la producción de tanino y durmientes de ferrocarril. Las estadísticas de mediados de la década de 1940 indican que sumando las toneladas de quebracho colorado utilizadas para esas producciones más las quemadas en forma de leña y carbón, se obtendría un total no inferior a 350 millones de individuos de esa especie que fue declarado “Árbol Forestal nacional” hace décadas.
La situación ha vuelto a empeorar. En base al análisis de las licitaciones de las empresas ferroviarias Belgrano Cargas y Logística S.A. (BCYLSA), Administración de Infraestructura Ferroviaria S.E. (ADIFSE) y Operadora Ferroviaria S.E. (SOFSE), Greenpeace indica que desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2.388.965 durmientes de quebracho colorado y blanco.
“El relevamiento fue realizado sobre 73 licitaciones de las empresas mencionadas tanto para la adquisición directa (1.471.314 durmientes) como para las obras de mantenimiento y renovación (917.651 durmientes), donde el contratista provee los durmientes nuevos para la realización de tareas indicadas. Esta cantidad de durmientes implica un impacto significativo en los bosques nativos, ya que representa al menos 1,5 millón de árboles de quebracho extraídos de la región chaqueña”, señala el documento. Las provincias de Chaco y Santiago del Estero concentran la producción de durmientes de los últimos años.
“Los durmientes de hormigón y sintéticos o compuestos son alternativas que pueden ser utilizadas en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías; y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México”, señala el informe.