A los «nacionalistas» de ultraderecha se los vio degustando una versión polémica de la tradicional infusión patria.
Parece un detalle menor pero en tiempos de coherencias corrompidas todo suma a la hora de la credibilidad. Quizás sea una decepción para los (escasos) salteños que confían en Bandera Vecinal saber que los militantes de la mencionada agrupación neonazi beben mate en la polémica versión dulce, casi una herejía para el tradicionalismo que aseguran defender.
En los últimos días apareció una foto en las redes sociales del partido que lidera Alejandro Biondini. Allí se ve a los (escasos) miembros de Bandera Vecinal Metán posando al frente de su sede local, el garage de una vivienda acondicionado con un portón metalero que estéticamente queda muy bien junto a la vestimenta del mismo tono de los (escasos) militantes de derecha que componen la agrupación.
En la fotografía, a un costado, se nota el desastre: mates, termos, yerba… y un tarro con azúcar listo para endulzar cada sorbo ultranacionalista.
En este contexto de tradición la iniciativa de ponerle azúcar al mate es casi como vestir una remera de los Rolling Stones el 2 de abril. Se sabe que «el mate es amargo o no es».
Dicen que las flaquezas se notan en los momentos de relajación cotidiana. Quizás haya que esperar nuevos episodios que las demuestren.
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