Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analiza los recortes de la AUH hasta la derogación de programas como el Qunita y el Conectar Igualdad, pasando por el retroceso en los planes de vacunación.
Según datos oficiales del Indec, en el país hoy el 49,6% de los menores de 14 años viven en hogares que no pueden cubrir sus necesidades esenciales, mientras el 11,3% permanece en la indigencia, término que señala que no tienen lo suficiente para comer. En esta situación, el gobierno de Cambiemos devaluó todas las políticas que hacían al reconocimiento de sus derechos.
“El monto de la Asignación Universal por Hijo no alcanza para que las madres pongan sobre la mesa los alimentos que necesitan sus hijos; los programas de inclusión digital para los estudiantes secundarios fueron abandonados; el paquete de planes existente para niños y adolescentes fue desfinanciado al punto de que la inversión real del Estado es hoy del 20% de lo que era en 2015. Hasta en aspectos tan básicos como la vacunación, que en 2014 llegó a ser la más completa del mundo, se volvió atrás” sintetiza en su edición de hoy el diario Página 12 tras analizar el panorama descrito por el CEPA en su último informe
Con respecto a la Asignación Universal por Hijo (AUH), el informe señala que se trató de la herramienta de protección a la infancia que Cambiemos más se preocupó en reajustar frente a la inflación, aunque igualmente el CEPA advierte que Macri dejará en diciembre una AUH con su poder de compra reducido en un 20%. “El monto actual de la asignación es de 2667 pesos por hijo. Los investigadores del CEPA calcularon cuánto necesita un chico para cubrir sus necesidades, de acuerdo a los valores de la canasta básica alimentaria. El monto cambia según edad y sexo: por ejemplo, un niño de 3 años necesita 2048 pesos para cubrir sus necesidades mensuales, mientras que un adolescente de 17 necesita 4176 pesos”, indica el informe.
Entre los programas que directamente desaparecieron, se encuentran Qunita y Conectar Igualdad. El primero fue lanzado en 2015 y consistía en el acompañamiento de la embarazada y entrega de un kit para el recién nacido y la mamá. En 2016, con la excusa de que algunos elementos del kit no eran seguros, el Ministerio de Salud de Cambiemos lo derogó. El segundo consistía en dotar de una computadora personal a cada estudiante de escuela secundaria o media pública del país. Se inició en 2011 y para 2015 había entregado más de 5,3 millones de unidades. En el 2016, la gestión Macri despidió a más de mil empleados del plan y disminuyó drásticamente la cantidad de unidades entregadas, pasando de 611.397 en 2015 a 313.691 en 2016, la mitad. En 2017 sólo se repartieron 274.381 unidades. Finalmente, en mayo de 2018 se anunció el cierre del programa.
La cuestión de las vacunas también es preocupante. En 2014 Argentina logró tener el calendario de vacunación gratuito y obligatorio más completo del mundo. Esa política sufrió continuas reducciones y ajustes tras la asunción de Cambiemos. Algunos casos mencionados en el informe son los siguientes: Meningitis: en agosto de 2018 el Ministerio de Salud pospuso por tiempo indeterminado la última dosis de refuerzo de la vacuna contra la meningitis correspondiente a los 11 años, dejando sin cobertura a 750 mil niños; Varicela, tos convulsa y hepatitis A y B: la Secretaría de Salud reconoció que 2017 y 2018 redujo significativamente su compra; La Triple (para embarazadas y niños de 11 años y que inmuniza contra la difteria, tétanos y tos convulsa) pasó de 1,6 millones de dosis en 2016 a 980 mil en 2018.