Otras familias optan por colegios privados más baratos y todo obedece al incremento de las cuotas. El aumento de la matrícula de las escuelas privadas frente a las públicas que empezó en el 2003 ya es cosa del pasado.
La última afirmación fue señalada por el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano y que hoy fue retomada por el diario Clarín que precisó que desde el año 2003 al 2015 hubo un 12% menos de inscriptos en las primarias estatales, algo que algunos lo atribuyen al carácter expulsivo que operaba en las escuelas públicas por el incumplimiento de los días de clase y que en las provincias podía ser aún mayor: en Santiago del Estero la caída llegó al 36%; en Corrientes, al 33%; en Misiones, al 32%”.
Sin embargo, esos datos empezaron a revertirse: de 2013 a 2017 se redujo al 6,3%» y lo ocurrirá entre el final de este año y el inicio del próximo sólo se reforzará la tendencia, aunque por cuestiones estrictamente económicas. “Se van más chicos que el año pasado, diría que unos 50 de los 600 alumnos que tenemos se pasan a alguna escuela pública o a las parroquiales del barrio. No vemos una baja en la matrícula porque al mismo tiempo recibimos chicos de colegios más caros, o sea que se está generando una movilidad. Lo llamativo es que se pasen en la mitad del nivel primario”, declararon a Clarín representantes legales de colegios privados de Capital Federal.
Desde Establecimientos Privados Educativos Asociados (EPEA), entidad que nuclea algunos de los colegios privados más caros, sin aporte del estado (con cuotas mensuales de hasta 40.000 pesos), aseguraron que “las escuelas de cierto nivel, en general bilingües, tienen prácticamente un movimiento nulo en la matrícula”. Sin embargo, en un importante colegio religioso ubicado en zona oeste (cuyos aranceles para el año que viene van de los 11.000 a los 23.500, según el nivel) confesaron que tuvieron casos “atípicos” de bajas, “especialmente en el nivel inicial, que es donde las familias proyectan el resto de la escolarización de sus hijos”.
Perpetuo Lentijo, director de la Asociación de Entidades Privadas Argentinas (ADEEPRA), explicó a Clarín que «en un año como este» (con el 40% de inflación acumulada) esperaban cierta movilidad. Sin embargo “no fue tan así, o al menos las cifras todavía no lo muestran”, dijo, y agregó que «lo que sí observa son altos niveles de morosidad». En algunos casos esos niveles de morosidad son preocupantes: hay familias que le deben a una escuela seis u ocho cuotas de 2000 pesos. Son montos que sabés que no van a poder afrontar, y que después generan conflictos en la rematriculación.