El organismo nacional contra la discriminación realizó un análisis de los comentarios homofóbicos emitidos por el diputado salteño en su programa televisivo.
En las pasadas horas el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión de la Dirección de Políticas y Prácticas contra la Discriminación del INADI hizo público el informe sobre los dichos del diputado salteño Andrés Suriani en su programa televisivo “Salta y usted” emitido el jueves 2 de julio.
Desde CUARTO compartimos en esa ocasión el mismo fragmento que ahora el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo retoma para su análisis. Desde INADI apuntan que Suriani utilizó el espacio televisivo para abordar de una forma estigmatizante y cargada de estereotipos la marcha del Orgullo LGTBIQ+ expresando que “el intendente de Córdoba sacó la bandera argentina para subir la del movimiento LGTBI. La verdad es que lo de Córdoba fue muy doloroso porque los excombatientes de Malvinas fueron obviamente a reponer el pabellón. Pero bueno, ahí vemos como este colectivo…en Salta, inclusive, pintó una senda peatonal”.
“Expresiones como estas, reproducen fuertes estigmatizaciones. Es necesario recordar que los medios de comunicación tienen un rol fundamental a la hora de dar visibilidad a las luchas y los logros del colectivo LGBTIQ+, promoviendo una comunicación inclusiva”, señalaron en el informe.
Punto por punto
El informe de 7 páginas desarrolla de manera más extensa el binarismo de género y la heteronormatividad, ambas nociones en las que aseguran cae de lleno el discurso surianista, que, dicho sea de paso, es el mismo que se reproduce en un sector amplio de la sociedad salteña. Estas nociones, señalan desde el Observatorio del INADI, son los pilares de “prácticas sociales discriminatorias por identidad de género y orientación sexual”.
Respecto a la idea que Suriani desarrolla sobre la identidad cultural que, según sus dichos, estaría siendo amenazada por las personas ricas del mundo, le responden que es importante resaltar la importancia de la diversidad cultural, que la Unesco define como “la preservación y la promoción de las culturas existentes” y “la apertura a otras culturas”.
Incluso detallan que en el programa se hace hincapié en la supuesta existencia de una conspiración mundial con sus cómplices locales (“la derecha liberal y los progres por izquierda”) para que las argentinas y los argentinos sean “pobres y sin identidad cultural, para que sean más fácilmente dominados”. Desde el Observatorio señalan: “Este tipo de argumentos, dado el impacto de los medios de comunicación, son peligrosos porque refuerzan estereotipos que a lo largo de la historia han servido para denostar a muchos colectivos, incluso llegando hasta la expulsión de sus territorios o a asesinatos masivos”.
Un decálogo para Suriani
Para finalizar el informe, desde el Observatorio realizan una serie de recomendaciones, tanto para Suriani como para el resto del periodismo que trate temas relacionados a la comunidad LGBTIQ+. Lo reproducimos a continuación:
- Hablar de las personas lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales, como “colectivo gay” o como “homosexuales” las invisibiliza. El término homosexual no hace referencia a todas las realidades LGBTIQ+, por lo tanto utilizarlo implica silenciar al resto. Ya sabemos que lo que no se menciona no existe y lo que no existe no puede tener derechos. Por lo tanto, es necesario referirse a cada colectivo concreto con su denominación particular o, cuando se habla en general, a la totalidad de la sigla LGBTIQ+.
- Recordar que el odio hacia las personas trans se denomina transfobia y no homofobia, y que lo correcto es utilizar la expresión orgullo LGBTIQ+ y no “orgullo gay”.
- Tener presente que asociar a las mujeres trans con la prostitución y la marginalidad simplifica su realidad, generando un conocimiento sesgado que, por otra parte, refuerza la estigmatización y criminalización del conjunto de personas que componen este colectivo.
- Es importante mencionar la presencia de personas LGBTIQ+ en diversas esferas de la realidad e incluir otros enfoques en medios de comunicación tradicionalmente dirigidos de manera excluyente a hombres o mujeres, para representar la diversidad.
- Evitar unir de manera prejuiciosa la imagen del VIH a las personas LGBTIQ+, ya que eso conlleva una etiqueta histórica que las asocia a la promiscuidad y la marginalidad, favoreciendo el rechazo.
- Tratar las noticias sobre VIH desde una perspectiva preventiva para que todas las personas, principalmente jóvenes, sean conscientes de la importancia de la prevención y del diagnóstico rápido, en lugar de fomentar la exclusión social y el miedo a una enfermedad que, hoy por hoy, está mucho más controlada que antaño.
- Tratar como prácticas discriminatorias los gestos, epítetos o comentarios burlescos o injuriosos. Ser sensible a los estereotipos LGBTIQ+ para colaborar a erradicarlos.
- Evitar señalar a las personas LGBTIQ+ como amenazantes.
- Erradicar toda referencia denigrante a prácticas estereotipadas asociadas a personas gays, lesbianas, trans y bisexuales con fines humorísticos o de cualquier índole.