Indicadores de la actividad industrial muestran signos preocupantes con caídas en la producción, despidos y suspensiones de personal, además de cierres temporales de fábricas.
La recesión económica en Argentina está golpeando duramente al sector industrial. En este contexto desalentador, la actividad de las empresas industriales ha caído durante diez meses consecutivos, acumulando un retroceso del 11,7% en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior, según el informe de Actualidad Industrial elaborado por la Unión Industrial Argentina (UIA).
Si bien la UIA anticipa una leve recuperación en abril, advierte que los resultados seguirán siendo negativos en comparación interanual. Los industriales han expresado su preocupación por el aumento de los costos, la caída del consumo y el freno en la construcción, factores que han afectado significativamente al sector.
Ante la crisis en la demanda, grandes empresas están frenando su actividad para evitar la acumulación excesiva de inventarios. Esta medida implica suspensiones temporales de personal, una práctica cada vez más común para ajustar la producción a los niveles actuales de consumo.
Algunas de las empresas más afectadas son Acindar, un gigante siderúrgico que paralizó su producción debido a la caída en la demanda de sus productos, y las automotrices, que detuvieron su producción esta semana debido a la recesión en el mercado interno y las demoras en las importaciones de piezas.
Otros sectores golpeados incluyen el textil, con la empresa Río Grande llevando varios meses de suspensión de trabajadores y lanzando un programa de retiros voluntarios. Además, empresas como Whirlpool, Mabe y Pepsico han implementado reestructuraciones, recortes de personal y retiros voluntarios para adaptarse al entorno económico actual.