lunes 29 de abril de 2024
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“He escapado de morir” | Un peón en el juicio contra finquero alemán que envenenó a trabajador en su finca salteña

Hartmut Torsten Theobald fue detenido en noviembre del año 2018 por el asesinato de Ramón Casas, quien lo había denunciado ante la AFIP. Intentó hacer lo mismo con Benito Soraire, quien sobrevivió y declaró en el juicio.

“Yo me he escapado de morir. Hartmut me ha metido veneno en la carne. Me había llevado carne de vaca y chorizos. Yo me doy cuenta apenas como la carne porque empecé con mareos, diarrea y vómitos”. Las palabras fueron emitidas por el peón Benito Soraire, el primer testigo en declarar en el juicio que comenzó ayer contra el finquero alemán Hartmut Torsten Theobald, propietario de la finca El Salto, ubicada en el paraje Palomitas de la localidad de General Güemes.

El acusado llegó al juicio detenido e imputado del “homicidio calificado por el uso de veneno u otro elemento insidioso” de Ramón Ignacio Casas y por tentativa del mismo delito en perjuicio de Soraire, ambos ocurridos en octubre de 2018. “Ese día cociné una sopa y tenía gusto raro. Tomando leche me he salvado. Si no me iba a morir”, explicó el peón que sobrevivió y reveló que aun sintiéndose muy mal, se dirigió a la casa del patrón para reclamarle.

“Le dije que me lleve al hospital y me dejó a dos cuadras”, contó Soraire. En el nosocomio le colocaron una inyección y escuchó decir a una doctora que a él le habían dado veneno. Asimismo, indicó que antes de ir a reclamarle a Theobald, puso arriba del techo de su pieza restos del chorizo que le llevó el imputado que fueron secuestrados por la Policía. En su relato, Soraire dijo que trabajó a las órdenes de la familia del acusado por cerca de treinta años, que se ocupaba de regar la alfalfa, pero que nunca le pagaron por eso.

También declaró Ramona Isabel Ávila, ex esposa de Ramón Casas quien no sobrevivió al envenenamiento. La mujer – madre de los nueve hijos del hombre – explicó que al momento del hecho se encontraban separados, pero mantenían una buena relación. Ávila sostuvo que en una oportunidad lo llamaron y que Ramón les contó que “Theobald lo seguía cuando él andaba trabajando en el cerro, a caballo, y le apuntaba con un rifle desde lejos”. La mujer relató que la situación empeoró cuando su ex esposo denunció a su patrón en la AFIP porque nunca le había pagado el salario familiar. “Después de eso nos reunió a toda la familia y nos dijo que si a él le llegaba a pasar algo teníamos que responsabilizar a Theobald”, aunque aclaró que en ese momento “no se lo notaba con miedo”.

Otro de los testimonios escuchados fue el de Raúl Casas, hermano del peón muerto, quien dijo que conoce al acusado porque también trabajó un tiempo en su finca. En sintonía con la declaración de su cuñada, sostuvo que la relación de su hermano con Theobald era mala y detalló que el imputado “no le quería pagar el salario familiar”.

Finalmente, señaló que cuando su hermano regresó de Salta, luego de denunciar a Theobald ante la AFIP, le dijo que lo había hecho porque “estaba zorreando que lo iba a rajar, y que a partir de esa denuncia iba a tener que pagarle lo que le correspondía por los años trabajados”.

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