Alumnos, músicos, artistas y autoconvocados piden explicaciones respecto al futuro de ese lugar. Ante el inminente traslado de los talleres a zona norte, crece la incertidumbre.
Las dudas son varias y a medida que pasan los días incluso se acrecientan. Una campaña iniciada por alumnos y exalumnos de la Escuela Superior de Música José Lo Giudice se viraliza en las redes sociales con videos breves en los que se preguntan por el futuro del edificio donde antes funcionara totalmente la escuela, cuyas clases se pasaron a unas nuevas instalaciones en El Huaico.
Entre los inconvenientes del cursado de talleres en zona norte están el transporte, e incluso el lugar físico que se ve abarrotado con quienes cursan regularmente materias en la Escuela de Música y deben compartir el espacio con quienes asisten a los talleres abiertos: “hemos llegado a tener clases en la biblioteca o en la sala de grabaciones”, aseguran.
En un comunicado emitido a mitad de esta semana, la Asamblea de alumnos, músicos, artistas y autoconvocados en defensa de la Escuela de Música de la Zuviría, replican algunas de las dudas sobre el futuro del edificio. Por ejemplo hay rumores de que en el lugar se abrirá una escuela de danza, o quizás un hotel, ambos proyectos privados, y también se habla de la apertura de un centro cultural, a pesar del estado de deterioro del lugar.
“Este año se inauguró el tan ansiado edificio del Huaico, que desde luego celebramos. Pero la Zuviría sigue siendo nuestra casa”, dice el comunicado y más adelante exigen “a los funcionarios de la provincia, Analía Berruezo, ministra de Educación de la Provincia; Enrique Jáuregui, director general de Educación Superior de la Provincia; Sandra Piccolo, secretaria de Gestión Educativa; y Silvina Añez, directora de la Escuela Superior de Música José Lo Giudice” que den explicaciones sobre la utilidad que se le va a dar al edificio, sobre los proyectos que se pretenden llevar adelante en el lugar y además piden que en el edificio de Zuviría sigan funcionando los talleres y la iniciación musical, “respetando la voluntad de quienes donaron el edificio”.