Marlene Quiroga (30 años) era madre de 3 hijos. En noviembre migró a la provincia cuyana para trabajar en plantaciones de ajo y el 3 de diciembre fue hallada sin vida en un canal de riego. Los detenidos son salteños que viajaron con ella.
Marlene era parte de la Comunidad Guaraní Misión San Francisco, en Pichanal. Por el asesinato hay dos hombres detenidos: Kevin Brígido que era el novio de la víctima quien sería oriundo de Salvador Mazza y Gabriel Toledo, residente de Orán, pareja de una sobrina de Marlene. Todas formaban parte del grupo de trabajadores rurales que viajó desde Salta a Mendoza. Esta era la primera vez que la víctima salía de su provincia con ese fin ya que antes sólo trabajaba en los campos de su localidad.
“El fiscal Facundo Garnica imputó a los dos sospechosos por homicidio agravado por el contexto de violencia de género (femicidio) y en el caso del novio de la víctima, también se agravó la acusación por el vínculo de pareja. La familia de Marlene aún espera la entrega del cuerpo para darle sepultura, las autoridades judiciales mendocinas ya les enviaron una notificación informando que será devuelto cuando terminen las pericias de rigor” destaca la sección local del diario Página 12.
Una tía de la víctima declaro al medio citado que los peritos habrían encontrado piel debajo de la uña de Marlene y que el cuerpo presenta moretones y cortes. «Al novio no lo conocíamos. Él hace poco había salido de la cárcel, nosotros no sabíamos de esa relación. Resulta que ella se va con un grupo de gente del norte. Viajó en el mes de noviembre. Hacía una semana que estaba en Mendoza cuando la mataron», relató la tía. También dijo que fueron anoticiándose de los hechos «gracias a un periodista de Mendoza», que se puso en contacto con la familia.
A la tía le llama la atención que el teléfono de Marlene estuviera en manos de una sobrina de 17 años, novia de uno de los detenidos, que también se encontraba con el grupo que se trasladó a Mendoza. El celular fue secuestrado por la policía. Este jueves declaró por zoom C., una joven que había viajado en el mismo grupo con Marlene y que tras el femicidio regresó a Pichanal.
La hermana de Marlene, Belén, pudo viajar a Mendoza luego de que sus vecinos y vecinas colaboraran con una colecta de dinero, ella está la espera de que le entreguen el cuerpo.