Se trata de la tercer caída consecutiva desde 2015. El dato no sólo refleja la situación productiva del sector, sino también una mirada social sobre un alimento clave.
El consumo interno de leche registró su tercera caída consecutiva y acumula un 10% de contracción durante el gobierno de Mauricio Macri. La preocupación no sólo atraviesa al sector productivo que se ve afectado por la baja en ventas, sino también en la sociedad en general ya que se trata de un alimento fundamental para la alimentación y particularmente para el crecimiento de los niños.
En 2016 la venta interna de leche cayó un 1,9% frente a los niveles de 2015, el último año que arrojó mejoras en la producción y en el consumo. En 2017 la contracción fue de 7,1%, el mayor índice de caída durante la gestión Cambiemos. Y en 2018 la merma fue de 1,3%.
Los datos surgen del Ministerio de Agroindustria y según explica Mariano Ortiz en una nota publicada en Bae Negocios, el total de esas caídas (no se suman matemáticamente sino que se acumulan y por ende la de 2017 es sobre una base ya menor y así sucesivamente) arrojó el registro de un consumo 10% menor en 2018.
Además, los subproductos del sector lácteo también marcaron una disminución en el consumo, tales son los casos de la leche en polvo (8,4% interanual), los yogures y otras leches fermentadas (5,5%), los postres y flanes (6,2&) y las leches chocolatadas o saborizadas (6,4%).