Ana María Pizarro es una salteña que vivió en Nicaragua por casi 40 años, hasta que hace unos meses debió salir del país por la persecución sufrida a manos del régimen del sandinista Daniel Ortega. Dialogó con Cuarto Oscuro, en FM Capital 97.7.
“Me quedé en Nicaragua 38 años, desde 1980, hasta que tuve que salir del país en 2018”, comentó y agregó sobre la “descomposición” del régimen del sandinismo que “todos los que estuvimos ahí fuimos viendo señales sobre la degeneración del sistema”.
Consultada sobre el proceso de violencia estatal que se desenvolvió con crudeza desde el 18 de abril del año pasado, contestó: “Se armaron fuerzas paramilitares con los miembros del partido, que salen a matar y secuestrar, desde hace mucho tiempo, antes del 18 de abril. Las muertes que se instalaron desde ese momento tienen un largo antecedente”.
El régimen sandinista, desde que triunfó la revolución en el 79, ha estado 22 años en el poder. “La cultura política del perseguir a cualquiera que tuviere divergencias con los líderes se fue profundizando a lo largo de los años”.
“El sandinismo, después de perder en el 90, empezó a hacer acuerdos con sus viejos rivales para volver al poder. Por ejemplo, con los empresarios y la Iglesia Católica”, subrayó sobre el proceso histórico de degeneración de la revolución sandinista que depuso del poder al dictador Anastasio Somoza.